sábado, 31 de octubre de 2020

Escenas entomológicas, 13: La avispa 833.

 Hace ya unos años, vigilando en los recreos que me correspondían, como maestro de escuela que soy, me dí cuenta de que había unas avispas que hacían agujeros en la arena. Primero, les hice fotos con el teléfono móvil. A los pocos días, me llevé la cámara, con el objetivo macro. Conseguí algunas imágenes en las que se veía a esos curiosos animalillos tuneladores. Llegaban con su vuelo rápido, se posaban, y empezaban a escarbar con las patas delanteras. La arenilla salía disparada hacia atrás. Sus patas delanteras son muy curiosas y tienen una especie de cerdas o cercos para mover los granos y piedrecillas. La apariencia de estas curiosas "excavadoras" es muy similar a la de las avispas que solemos ver a diario, quizás un poco mayor.

Y este verano, en Villarrubia de los Ojos y Ciudad Real, he podido observar a otros himenópteros muy parecidos, con conductas similares, pero que todavía no han sido identificados.

Estos pequeños espectáculos los observé muchos días en Piedrabuena. Aunque busqué información, no fue mucho lo que encontré. Me compré algún libro sobre avispas, en inglés, pero no me solucionó mis dudas, dada la complejidad que presenta el conocimiento de los invertebrados, en general y de este grupo, en particular. 

En realidad, cuando digo "avispa" me refiero a una de las más de nueve mil especies de himenópteros presentes en la Península Ibérica. Concretamente a un miembro de los 435 que se conocen de la familia "Crabronidae" para la Península. Se trata de depredadores de invertebrados o clepto-parasitoides (los que basan su alimentación en el "robo" de las presas de otros). 

Hace unos días unas alumnas de siete años, también en el recreo del colegio, ahora en Ciudad Real, se acercaron a mí para enseñarme un ejemplar sobre un trozo de una hoja de un árbol. Estaba muy tranquila y pude hacerle fotos a placer.

Las dos "avispas" fueron identificadas en el portal de Ciencia Ciudadana "Biodiversidad Virtual", por José Ignacio Pascual, a quién doy las gracias desde aquí. Se trataba de "Bembix oculata", de la que, hasta la fecha (31 de octubre de 2020), hay 283 citas en España en dicho portal, de las que cuatro son para la provincia de Ciudad Real. 

Mi primera "Bembix oculata" la fotografié a primeros de octubre de 2017 y esta segunda el pasado 28 de octubre de 2020.

Sin embargo, lo que ha provocado que me anime a escribir este breve relato es que, al observar detenidamente las fotografías, me di cuenta de que en el abdomen, en color amarillo, destacando sobre el negro, se aprecia el número 833...¡como suena! Aunque también es cierto que mi esposa, al decírselo, lo primero que captó no fue la numeración a la que yo aludía, sino un antifaz. Creo que ya, para finalizar, lo que procede es mostrar la imagen, y cada cual que juzgue. ¡Yo veo un 833!

Ejemplar de "Bembix oculata", una de las más de nueve mil especies de himenópteros presentes en la Península Ibérica. Ejemplar del municipio de Ciudad Real, del 28 de octubre de 2020. Fue avistado por alumnas de siete años del Colegio Público "Alcalde José Maestro" e identificado por Juan Ignacio Pascual, en Biodiversidad Virtual, portal de Ciencia Ciudadana.



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