Sobre la exposición "Manuel Prior, 70 años de pintura desvelando lo que la realidad esconde"...o de desconocimiento.

 Hace sólo unos meses un galerista que cumple nada más y nada menos que cincuenta años de oficio, Norberto Dotor, me hablaba de un pintor extraordinario, natural de Puertollano y que yo desconocía: Manuel Prior. Y hoy, 3 de octubre de 2024, he podido descubrir a este extraordinario artista en el Museo de la Merced de Ciudad Real. El título me parece un poco largo: "Manuel Prior, 70 años desvelando lo que la realidad esconde". Me da que pensar este desconocimiento mío, a pesar de mi gusto por el Arte, en general, y por la pintura, en particular.

La exposición me ha parecido, sinceramente, épica. No salgo de mi asombro de este vacío informativo por mi parte. Sí había visto algunos trabajos suyos pero no les ponía nombre ni les había dado más importancia. Y hoy, frente a este montaje, que tiene mucho de antológico, no puedo hacer otra cosa que mostrar mi sorpresa, mi alegría y mi deseo de volver cuanto antes a verla y disfrutarla de nuevo. Veo, en el diccionario de Gianna Prodan, las más de dos páginas, con una de sus obras. 

Echo en falta en la exposición, quizás no me he dado cuenta, algún texto sobre su biografía, sus obras, su trayectoria vital y artística que, se me antoja, muy rica y hasta ecléctica. Veo esos primeros cuadros realistas con una evidente preocupación social, y la evolución no hace sino ir enriqueciendo sus cuadros, pasando por el impresionismo, el fauvismo, el expresionismo y con algunos rasgos abstractos y tachistas, va completando el círculo de ese ir y volver de la realidad al cuadro y viceversa. Quiero ver también a Picasso y a Ortega (véase, por ejemplo, "Los segadores" de 1963)  y hasta a Pollock y Barceló. Algunas frases del autor inciden en su forma peculiar de ver lo que los demás no percibimos, y la de "No pinto lo que veo, veo lo que pinto" explica, de alguna manera, su punto de partida.

Toreros, borrachos, mineros, danzantes, maternidades, besos, segadores, paisajes, Cristo, desnudos, bocetos, cuadernos de apuntes...Una exposición sobresaliente cum laude que me deja con un intenso deseo de ver más, de leer más, de escuchar más, de comprar un buen catálogo con unos textos sólidos como estas obras, y de poder comprar algunas postales, al menos.

¡Enhorabuena, Manuel Prior Bueno! Y reciban mi agradecimiento a todas las personas, instituciones que han hecho posible esta extraordinaria exposición.

Segadores, 1963.