martes, 2 de septiembre de 2025

El delito del pintor Ortega (José García Ortega, Arroba de los Montes, 1921-París, 1990) parece que no prescribe.

 Han pasado 35 años desde la muerte de Ortega. El delito, el gran delito, el grave delito que parece imprescriptible, no ha prescrito. Sino ignorado, anulado, silenciado, oscurecido, ninguneado y almacenado en un depósito. El argumento -en realidad nadie da algo que se pueda denominar así-es que todo es muy complicado y, a continuación, se añade que no hay dinero.

Pero yo leo algunos periódicos, escucho la radio, veo la televisión y me voy fijando hasta en los paneles informativos de las instituciones que anuncian sus obras y sus inversiones por todas partes. Nosecuantos mil euros se invertirán en tal pueblo o un millón y pico de cigüeña en nosedonde... y siguen las cifras y los discursos, las proclamas, la propaganda, y el desfile de millones y millones de euros por todas partes. El subdelegado del gobierno, David Broceño, lo decía ayer, 1 de septiembre de 2025, en el diario La Tribuana: "Estamos teniendo inversiones millonarias gracias a los presupuestos generales del Estado, gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que consiguió el presidente Pedro Sánchez con una inversión que supera los 140.000 millones de euros y que ha supuesto un revulsivo total en la economía"...(La Tribuna de Ciudad Real, 1 de septiembre de 2025, página 11) (Hoy se pueden leer las subvenciones de la Pac para la provincia y son muchas decenas de millones de euros...),

Pero, entonces ¿por qué no se dan los pasos para poner a Ortega en su sitio? En Italia hace un par de meses inauguraron un tercer museo dedicado en exclusiva a su obra y su persona. Aquí hay dinero pero, no, para Ortega no, es que es un tema muy complicado. Imagínate, un gobierno de España del PSOE, con un ministro de Cultura de ideología comunista y que ha militado en un buen número de partidos, coaliciones, asociaciones y sindicatos -en el mismo de Ortega-, con una comunidad autónoma también del PSOE, como el ayuntamiento de su pueblo natal, Arroba de los Montes, y una Diputación Provincial gobernada por el PP y Vox...y nada, no se puede. Y es que el delito de Ortega es muy grave: ser comunista. Todo el mundo dice que Pepe Ortega era, además de uno de los mejores grabadores de Europa, si no el mejor, un gran pintor y una muy buena persona, comunista. Era una persona respetuosa, dialogante, abierta, que criticaba incluso a su partido y a países como la URSS...Estuvo unos cinco años en la cárcel pero ni aún así pagó la pena. Su delito, no ha prescrito. Sigue siendo uno de esos personajes que nuestra sociedad no se puede permitir dar a conocer. Y eso es ahora, cuando tantas voces se alzan lanzando señales de alarma, sin que sepamos si de verdad viene el lobo o si el lobo siempre ha estado aquí, camuflado con todos los colores, todas las palabras, todas las siglas y todos los discursos.

Por cierto, Arroba de los Montes es, estadísticamente, un desierto demográfico que sigue perdiendo población. Pero, aunque se pensara en Ciudad Real y en el Museo Provincial...allí sólo hay una obra de Ortega. Y en el CEX, además de la serie Los segadores, expuesta, el resto está guardada y conservada por falta de espacio...En fin, Ortega sigue condenado por ese curioso delito del que no se puede hablar.

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