Hemos tenido unos días de abundantes lluvias. Las noticias nos mostraban imágenes de ríos y arroyos con agua y de alguna presa que se llenaba. No ha llovido "tanto" pero como veníamos de una temporada muy seca y cálida lógicamente se le ha prestado mucha atención.
Sorprende cómo estas situaciones meteorológicas suponen rápidamente que se traslade a la esfera político-mediática las ideas y creencias infundadas del siglo XIX. Así, los tópicos falsos del agua que se pierde en el mar, de la España seca y la España húmeda, de la necesidad de hacer presas que se idearon con criterios decimonónicos o de seguir abundando en los costosos, destructivos e inviables trasvases se convierten, por enésima vez, en noticias, declaraciones y hasta ataques políticos.
El presidente de la región de Murcia hizo sus declaraciones, cargadas de populismo sin fundamento y he escuchado esos "hidro-mitos" a más personas que creen cargarse de razón y sentido común, curiosamente, sin haber leído ni una línea de la abundante literatura científica al respecto.
En fin, la lluvia nos lava incluso la gruesa capa de maquillaje ambiental tan en boga. La Nueva Ética del Agua tiene mucho que decir...si se quiere escuchar.
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