La Madre Chica es un afluente del río Gigüela. Su recorrido, de varios kilómetros, discurría subparalelo al del río, en sentido Este-Oeste. Se desvió en los años setenta del pasado siglo XX y su puente en el camino de Griñón o de la Puente el Conde quedó sin uso para el agua pero sí para el tráfico. En su lado sur se construyó un ramal del alcantarillado, y unas naves agro-ganaderas al Oeste, aguas abajo del puente. Resultaba y resulta muy chocante esa edificación sobre un cauce público. Creo recordar que tras algunas preguntas, desde el ayuntamiento se dijo que eran perfectamente legales.
El terreno aguas arriba se fue arando y cultivando. Los sarmientos de la poda de la viña se acumulaban en los tres ojos del puente. Ambos pretiles se fueron deteriorando con golpes de maquinaria agrícola y algunos pequeños accidentes. Uno de ellos prácticamente ya no existía hasta hace unos meses. El camino se fue arreglando y, en diferentes ocasiones, se asfaltó y reasfaltó tantas veces como se consideró necesario.
Habría que aclarar que es uno de los caminos con más tráfico de vehículos agrícolas del término municipal y que se encuentra muy cercano al casco urbano, que va creciendo y "desbordándose" también como lo hacían las aguas de estos ríos.
A mí me gustaba asomarme a los ojos y le fui haciendo fotografías. Llegué a dibujarlo y a iniciar la redacción de una propuesta o proyecto para presentarlo al ayuntamiento, pero nunca lo concluí. Cuando iba con amistades que querían conocer mi pueblo solía hacer allí una primera parada para que vieran esos ojos y el penoso estado en el que se encontraba el puente. Allí me había bañado de pequeño y había estado muchas veces con mis amigos, cogiendo ranas y alguna culebrilla viperina. Las sanguijuelas hacían de las suyas y nos resultaba muy curiosa esa picadura tan sangrante como indolora. Me sorprendían los cambios tan bruscos: muchísima agua a veces y otras, completamente seco, o cuatro charcones con restos de neumáticos, ruedas y de todo un poco.
Ya en 1979 se había hecho una valoración oficial como pieza de nuestro Patrimonio. Además de una preciosa fotografía se aportaban algunos datos. De nada sirvió porque el puente siguió siendo más un estorbo para el tráfico que cualquier otra cosa.
Llegó un momento en el que el ayuntamiento desvió el camino, rodeando el puente. De entrada me parecía una buena medida, si servía para eliminar presión y deterioro a la ya muy dañada infraestructura, y aportar, igualmente, más seguridad a los conductores.
Después supe por la cuenta de Instagram del Archivo de Villarrubia de los Ojos que se estaban pidiendo fotografías para restaurarlo. Personalmente yo no podía colaborar ya que estaba fuera de mi domicilio y en una situación complicada.
Al cabo de unos meses vi, muy por encima, que se había llevado a cabo un ensanchamiento del espacio entre los pretiles y se habían reconstruido los mismos, imitando los antiguos. Además, aguas arriba se ha hecho una intervención y se ha construido también un paseo peatonal paralelo.
Me gustaría conocer la valoración objetiva de personas con conocimiento en esta materia pero estoy convencido de que nuestro puente sobre la Madre Chica, con siglos de Historia, ha dejado de tener el valor histórico, arquitectónico y patrimonial que tenía.
Positivado de diapositiva analógica de 1990, aproximadamente.
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