En el año 2025 un hombre que ya tenía noventa y siete años me volvió a contar una historia sobre un amigo y compañero suyo de la guerra civil española de 1936-1939. Me daba la sensación de que estaba al borde de perder la memoria y la capacidad de hablar. Me parecía que quería desahogarse y que esa pequeña (o gran) historia no quedase en el olvido.
"Tu padre tenía una fortaleza moral muy grande...nos tenían fichados a los dos...éramos de derechas. Una vez estaba ya el pelotón de fusilamiento preparado y gracias a tu padre no nos mataron. Tu padre protestaba, se rebelaba, no se callaba y lo respetaban. El capitán sabía que era bueno y se lo permitía.
Una vez íbamos en fila y el capitán le pegó un tiro en la cabeza a un chico que era pastorcillo y me salpicó la sangre. Me dijo: ¡oye, tú, rubio, entiérralo ahí!
Tu padre un día lo vio subiéndose a un tranvía en Madrid: ¡Ibáñez!...Se subió a robar...
Testimonio oral recogido en Villarrubia de los Ojos el 25 de agosto de 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario