Ayer supimos que una diputada de Junts retiró ligeramente una bandera de España en una sala del Congreso de los Diputados cuando se disponía a dar una conferencia de prensa. Me parece inexplicable que se le de publicidad a este acto. El tiempo que le demos al asunto es tiempo perdido. El verdadero error es prestarle la más mínima atención. Lo que hubiera procedido, desde mi punto de vista, es abandonar la sala directamente.
El camino tiene que ser el diálogo y el entendimiento pero, llegados a este terreno, lo ideal es ignorar esos desprecios y desaires, que solo muestran muy poco respeto y nula educación.
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