miércoles, 7 de febrero de 2024

Escenas entomológicas, 47: Un nuevo invertebrado me sorprende en un charco: un copépodo ciclopoide.

 Ayer volví a ver los charcos que sigo. El pasado 2 de febrero de 2024 había localizado unas gambas duende cargadas de quistes en el ovisaco y me imaginaba que en estos cuatro días quizás podría volverlas a ver. Ya estaba completamente seco el charco. Pero vi otro en el que sólo localicé dos machos y muchas gambas almeja. Me llamó la atención un invertebrado que buceaba a tirones, de una forma que no me recordaba ni a las gambas duende ni a los spinicaudata antes mencionados ni a los notonecta.

Tras varios intentos fallidos empecé a fotografiarla. Era sorprendente. Tienen una coloración ocre y clara y un cuerpo que recuerda ligeramente al de los triops, pero con la particularidad de que en la parte distal presenta algo parecido a dos ovisacos paralelos que se encuentran llenos de quistes. Nadan deprisa y como a apretones, a tirones. Avanzan, paran, y vuelven a avanzar. Al ver las fotografías se distinguen unas antenas y unos filamentos caudales y un punto de un rojo intenso en la parte frontal, un ojo naupliar, que parece tener luz propia. 

La medida más larga es de medio centímetro o menos. Tras hacer un par de búsquedas en "Google lens" he leído que se trata de un crustáceo, hembra, del grupo de los copépodos -Copepoda- y del orden Cyclopoida, un ciclopoide.

El charco se encuentra en un maar cultivado. Es muy pequeño, de medio metro de largo, por 40 cms de ancho por poco más de 20 de profundidad.




En esta fotografía vemos el copépodo ciclopoide y algo más arriba y mucho más pequeña, una gamba almeja, es decir "spinicaudata".



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