jueves, 25 de abril de 2024

Apuntes para recordar al artista José García Ortega (Arroba de los Montes, 1921-París, 1990): XXXIII. "Sobre la militancia política de Ortega. Sí, era comunista."

  Apuntes para recordar al artista José García Ortega (Arroba de los Montes, 1921-París, 1990): XXXIII. 

"Sobre la militancia política de Ortega. Sí, era comunista."

Francisco Zamora Soria, 25 de abril de 2024.


Sabemos que Ortega (José García Ortega, Arroba de los Montes, 1921-París, 1990) se afilió al Partido Comunista de España probablemente en el momento más difícil de la Historia de España en este sentido. Era 1941. Y es que acababa de terminar la cruenta y desgarradora guerra civil y él apenas tenía los veinte años cumplidos o algo menos. Lógicamente sabía lo que hacía y el futuro que le esperaba. Veo en este hecho un acto de verdadero valor y de compromiso total con sus ideales, que le acompañarían hasta el final de su vida, ya en Democracia.

Viene bien recordar que su padre había sido encarcelado y condenado a prisión el año anterior por el delito que en aquellos años se decía que había cometido -paradojas de la vida- "rebelión militar". Hemos leído en diferentes catálogos que Ortega durante la guerra pintaba en los muros de Madrid consignas para animar a los milicianos. Desconozco si hay documentación más explícita o incluso fotografías. Gracias a Jesús Víctor García hemos tenido acceso a dos documentos muy interesantes sobre la estancia en prisión del padre de Ortega y sobre la suya.

Su padre ingresó en prisión el 15 de abril de 1940 con una condena de veinte años de reclusión menor. Y él lo hizo en 1947, habiendo sido condenado a 10 años, de los que cumplió cinco en diferentes "reformatorios de adultos", como se llamaban eufemística y toscamente las cárceles de la época. 

Pepe Ortega consiguió la libertad en 1952 gracias a un indulto por la celebración del XXXV Congreso Eucarístico. Al año siguiente viajó con una beca del gobierno de Francia a París. A su regreso no sólo siguió pintando y grabando sino que durante años mantuvo su intensa actividad política clandestina. Llegaron algunos momentos en los que para "quitarse de enmedio" se refugiaba en la finca de unos familiares suyos de la provincia de Ciudad Real. Allí estaba seguro dada la muy buena situación del propietario de la misma, su tío, que ostentaba puestos de relevancia en el régimen y pintaba y tomaba apuntes para obras posteriores.

Pero como no cesaba en sus actividades llegó un momento en el que estaba continuamente vigilado por lo que le recomendaron que se exiliara. En diferentes textos aparece 1960 como el año de su salida de España pero en su libro "Los segadores" de 1966, de París, nos dice que fue 1962.

Durante los años de exilio mantuvo una intensa actividad política, siendo el enlace de Picasso, por ejemplo, que le recomendaba que se dedicara más a los pinceles que a la política. En Italia también siguió con su compromiso político. Una parte importantísima de su obra está marcada por su ideología y su militancia activa. Algunos de sus cuadros son críticas muy duras contra los dirigentes políticos y eclesiásticos de los últimos años de la Dictadura, lo que le valió serios disgustos como el cierre de una exposición en Bilbao o la de Almagro de 1980. 

En 1976 volvió a España y se presentó por el PCE como primero de lista de su provincia, Ciudad Real, en las elecciones generales de 1977. No obtuvo prácticamente votos y sufrió, por cierto, algunas humillaciones por parte del cerrilismo disfrazado de otros colores.

Los textos y declaraciones que dejó suelen hablar de esa forma tan suya de defender unos ideales, los del comunismo, pero, a su vez, con una visión crítica de lo que había estado pasando en los países comunistas, que había recorrido y conocido en primera persona. Y a pesar de esa actitud tan combativa sus mensajes, prácticamente todos, podrían ser hoy mantenidos por la inmensa mayoría de personas que nos consideramos demócratas y respetuosas, como su ya mítico  "Sí a todos" o su "Sí a ser y a ser libres". Eran los mensajes de su "Decálogo por la Democracia" que tanto interés tienen, aunque sólo conocemos nueve, por cierto.

Las personas que sólo quieran ver en Pepe Ortega al comunista, para bien o para mal, sencillamente pierden una visión global que merece la pena desde muchos puntos de vista. Pero, dicho esto, igualmente, no parece ni justo ni lógico, desde ningún ángulo, intentar ocultar, minimizar, suavizar o descafeinar esa faceta de su personalidad, esa parte tan importante como imprescindible de su vida y de su obra. Como decía Bob Marley "sí, soy negro". Y eso hay que decir hoy, en 2024, sobre buena parte de la obra y sobre Ortega..."sí, era comunista". Porque lo importante es que forma parte de nuestra Historia, de nuestro pasado, con sus luces y sus sombras, y es Arte, se mire por donde se mire. 

En Italia lo tienen tan claro como para que existan dos museos en exclusiva dedicados a su obra y aquí hubo uno y se cerró en el año 2000. Han pasado 24 años y sigue cerrado "sine die". Y lo tienen tan claro en Italia como en ese pequeño estado independiente que se llama Vaticano, donde también está Ortega, como en tantos y tantos museos del mundo, como en las mejores colecciones privadas...con su comunismo como bandera, sus colores, sus símbolos, sus críticas ácidas pero también con el mensaje de la Paz, de la Democracia, de la Convivencia y de la Libertad. De manera que hoy su filiación política no debería ser un obstáculo sino todo lo contrario, por su valentía y por su compromiso en tiempos tan difíciles.



Fragmento de la obra "Atadores". Técnica mixta sobre tela, de 1958.

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