jueves, 7 de enero de 2021

"Las Posás", un interesante topónimo y lugar de Piedrabuena, Ciudad Real.

 Hace unos días, un amigo, Julio Espadas Alcázar, me contó que había localizado unas curiosas construcciones en el campo, cerca del paraje conocido como "El Jaralejo", concretamente "Las Posás". Una posada era, además del establecimiento en el que se podía pernoctar, el lugar en el que se ubicaban las colmenas. Así, se solía hablar de posada de colmenas o, simplemente, de posada o "posá".

Tras visitar ayer el paraje pudimos ver, en primer lugar, un cerramiento de mampostería y tapial, de planta cuadrangular,  ubicado en una ladera de la sierra, con considerable pendiente. En el interior se observa una especie de terraza, también de piedras mampuestas, y algunas colmenas movilistas ya abandonadas. Todo el recinto está rodeado por paredes de una altura aproximada de dos metros, si bien en algunos tramos el deterioro ha hecho que se estén desmoronando las tapias. El muro estaba coronado por piedras planas, colocadas a dos aguas, que todavía son visibles en algunos tramos.

Las piedras son cuarcitas pero abundan las veteadas de cuarzo. El grosor de la muralla es considerable, dando el aspecto de una construcción sólida y de calidad. Hay sólamente un acceso y una especie de tronera o ventanillo de muy escaso tamaño y oblicuo al muro.

Cerca de allí hay otras dos "posás", de planta circular y similares características a la anterior, pero  de menores dimensiones, estando invadidas por la vegetación. Se encuentran en un olivar.

El paraje aparece en los mapas topográficos (1) como "Las Posás" y, tras preguntar a nuestro buen amigo, Vicente Rodríguez García-Sacedón, nos comentó que eran colmenares y que también se conocía el lugar como "La casa del Loco".

No dispongo, por el momento, de más información al respecto. 

Es interesante recordar que la apicultura fue una actividad extraordinariamente importante en la vecina y muy cercana comarca histórica de los Montes de Toledo, durante varios siglos, muy especialmente en la Edad Moderna. El historiador y doctor Miguel Fernando Gómez Vozmediano, nos contaba hace ya muchos años, con motivo de su colaboración en un estudio específico (2) sobre el tema, que lo que hacía que esa actividad económica fuera tan importante era el alto precio de la cera, usado fundamentalmente con fines religiosos.

Para las fechas de las que hablamos, las protecciones de las colmenas eran tan necesarias y fuertes debido a la presencia de osos, entre otros animales que podían expoliar y destruir los preciados frutos. Además, el robo de colmenas también se producía con cierta frecuencia. Conocemos el caso de un joven que fue condenado duramente en Arroba de los Montes por sus hurtos en colmenares, concretamente, azotes públicos y "desorejamiento", es decir, se le cortaban las orejas...(3)

Y no debemos olvidar que los incendios eran otro peligro, aunque no parece que estas construcciones pudieran salvarlos de un fuego medianamente grande. Para el caso de Piedrabuena conocemos un dato concreto del año 1502: "fueron a fazer pesquisa a la posada de Val de la Madera, por el fuego que pusieron los carboneros, que dio querella Hernando de Poblete, regidor" (3).

También en Piedrabuena, en 1506, con motivo de un pleito contra un vecino del municipio por hurtos, se hablaba de como la hija de un colmenero estaba por el campo con cabras y perros, siendo la encargada del colmenar. El dato nos permite deducir que esa actividad se veía complementada con otras. Además, vemos como las mujeres realizaban estos trabajos, y de escasa edad.

Lo cierto es que la conflictividad acompañó durante siglos a los colmeneros y colmeneras, a sus propietarios y a sus asalariados, dándose incluso verdaderas paradojas, como que nacieran instituciones (La Hermandad Vieja de Toledo o la de Ciudad Real) para protegerlos que, en determinadas circunstancias no tenían más remedio que luchar contra los abusos o delitos que cometían los inicialmente protegidos.

Sobre este tema de los antiguos colmenares o posás apareció un artículo publicado en el diario Lanza, procedente del blog de Justo  Muñoz "Fontanarejo de los Montes", en el que además, aparece nuestro amigo, afincado en Piedrabuena, Ángel Alcaide Espinosa, que tantas cosas nos ha enseñado. Y en estos otros enlaces también encontramos información sobre las posadas de colmenas de Fontanarejo y en Arroba de los Montes. En este blog de Jesús Víctor hay más artículos relacionados con el tema.

Lo cierto, dejando al margen estas breves notas históricas, es que se trata de elementos patrimoniales muy interesantes y que merece la pena buscar información sobre ellos y, hasta dónde sea posible, conservarlos como hasta ahora han hecho los propietarios, a quiénes felicito desde este pequeño rincón de opinión y divulgación. Como vemos, la actividad apícola ha dejado sus huellas en nuestros pueblos, siendo una fuente más de conocimiento de nuestro pasado.

(1) Mapa Topográfico Nacional escala 1:50.000 nº 759.

(2) GÓMEZ VOZMEDIANO, Miguel Fernando y SÁNCHEZ GONZÁLEZ, Ramón (2005) "La apicultura en los Montes de Toledo: cultura y tradición". Asociación para el Desarrollo Integrado del Territorio Montes de Toledo. Ediciones Puertollano. 558 páginas. 

(3) MENDOZA GARRIDO, Juan Miguel (1999) "Delincuencia y represión en la Castilla bajomedieval". Grupo Editorial Universitario. Granada. 558 págs.

Posada de colmenas de planta cuadrangular y grandes dimensiones.
Lateral de la posada de colmenas cuadrangular. Se puede observar cómo se alternan el tapial con la mampostería.

Entrada a una de las posadas circulares.
Interior de una posada circular, con vegetación en el interior.

Aspecto exterior de una de las posadas circulares.
Entrada a una de las posadas circulares, en la que se ha producido el desplome de una parte del muro.






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