viernes, 31 de mayo de 2024

El agua del río Gigüela sigue llegando, pero bajando su aforo, en Villarrubia de los Ojos, a 26 de mayo de 2024.

 El agua del río Gigüela sigue llegando, pero bajando su aforo, en Villarrubia de los Ojos, a 26 de mayo de 2024. Mientras, seguimos esperando tener noticias sobre la anunciada y  prometida reunión por la administración para estudiar las soluciones a la gravísima situación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Y mientras, también, los regadíos se van generalizando y los pozos del Parque Nacional también siguen bombeando agua para rellenar el socavón de las obras del año pasado.

Hoy es el Día de Castilla-La Mancha. Desconozco si habrá menciones a los problemas ambientales regionales en los discursos oficiales de los políticos y gobernantes. Sí me queda claro que la llamada "agenda veinte treinta" está siendo utilizada de forma muy poco respetuosa con la realidad por determinados sectores sociales y políticos (léase, fundamentalmente Vox y, también PP). Se están diciendo verdaderas barbaridades y ese discurso nocivo y falso va calando, como no lo hacen las aguas en sus respectivos hábitats. Pero la posición de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tampoco es muy esperanzadora, con sus silencios y hasta complicidades. Más afán parece demostrar el gobierno central en esta materia, junto con la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Desde luego sorprende el silencio pero, sobre todo, alimenta ese crecer y pulular de bulos, tópicos y falacias sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la globalización.

Que el agua siga llegando al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es muy buena noticia aunque se haga notar el paso del tiempo sin más lluvias y las altas temperaturas que vamos teniendo. Pero que no se quiera abordar el actual modelo lo que me parece que significa es, sencillamente, que estamos esperando a la gran carambola  hídrica, a saber: que con la supuesta llegada de 50 hectómetros cúbicos de agua del Trasvase Tajo-La Mancha y el supuesto enganche de todos los municipios que están planificados, suban los niveles de los acuíferos y se pueda mantener el regadío o, incluso, aumentarlo. Pero ya sabemos, como sabíamos hace casi treinta años ¡que se dice pronto! que eso no va a suceder, parafraseando a Goscinny, mañana. Alcázar de san Juan ya lo dijo y se sabía como lo han dicho otros ayuntamientos y mancomunidades. Los hay que callan por diferentes razones. El tema del precio de la factura es más que preocupante y nadie, tampoco, quiere hablarlo abiertamente. 

De manera que esas subidas de los niveles freáticos no sabemos si se producirán a corto o medio plazo como tampoco sabemos si las lluvias nos harán algún regalazo o si la coyuntura agro-económica seguirá con esta tendencia de aceleración e intensificación sin precedentes. Lo que sí sabemos es que cada día llega menos agua por el río Gigüela a las Tablas, y que los Ojos del Guadiana y el río Azuer están secos, rodeados de verdes campos irrigados de día y de noche. 

Alguna "migaja" se cae de la mesa y se nos informa de los millones de litros de agua robada...aunque si  se dijeran porcentajes del total calculado que se extrae de forma ilegal quizás la noticia causaría más sensación aún. O, sencillamente, si se expresara en porcentajes y en hectómetros cúbicos en lugar de litros. En realidad el agua de la que se habla es 0´4 (sí, cero como cuatro) hectómetros cúbicos. La noticia, por cierto, ha tenido mucha repercusión en Levante, como es lógico.




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