martes, 28 de enero de 2020

"Aguas oscuras", o el buen cine comprometido y desapercibido.

El domingo pasado, 26 de enero de 2020 pude ver la película "Aguas oscuras" del director Todd Haynes Me sorprendió que, en una sala de unas 150 personas estuviéramos tres espectadores. Cierto es que eran las diez y media de la noche. 
La película aborda un conflicto ambiental pero que, en realidad, trasciende con mucho este ámbito. En realidad es un relato bastante minucioso de un proceso complejo de unos cuantos ciudadanos frente, o contra, no sólo una de las grandes multinacionales con un historial más oscuro de la Historia de la Humanidad, la "Dupont", sino todo el "aparato" social que las protege, permite, favorece, disculpa y justifica.
Cuando digo "unos cuantos ciudadanos" me refiero, como suele ser habitual, a esos primeros perjudicados, que en inglés, en el terreno de los movimientos ecologistas, se denominaba como "No en mi jardín" los "NIMBY" (Not In My Back Yard), los afectados, dicho simple y llanamente. Es decir, no se trata de ecologistas, ambientalistas, naturalistas, científicos comprometidos ni nada parecido sino de ciudadanos que sufren un problema directamente (o un proyecto amenazante, en otros casos). Junto a ellos, en esta ocasión, conocemos la historia de un brillante abogado que iniciará todo un proceso que se prolongará a lo largo de los años y que llegará a afectarle profesional y familiarmente.
Sobre la Dupont se ha escrito, investigado, juzgado, culpado, sentenciado...pero, sorprendentemente, goza de una imagen impecable, me atrevería a decir que, inalterada, después de su largo historial de destrucción, dolor, mentiras y daños. Es como si no existiera para lo que se suele llamar "el público en general" o la mal y engañosamente llamada "opinión pública". La trayectoria de esta empresa, que estuvo detrás, delante y en medio, por ejemplo, de las armas químicas en la Primera Guerra Mundial, ha estado marcada por ese lado ultra oscuro, contrapunto de sus inventos y patentes tan conocidos como el nylon, el velcro y el polémico y cancerígeno teflón, origen de este relato cinematográfico.
Y es que la empresa Dupont, durante años, produjo residuos altamente contaminantes y muy peligrosos, con conocimiento de causa, ocultando ese conocimiento, produciendo muerte y desolación. Y ahí es dónde aparece un rudo granjero de Virginia en un prestigioso despacho de abogados, con una caja de vídeos, para que se denuncie al gigante de la Industria mundial química.

Entre los muchos aciertos de esta película están, a mi juicio, la elección de la historia. No todo el mundo se atreve, y ya es de agradecer. Hablar de un "Goliat" sigue siendo un problema. El hecho de contar con un reparto de actores y actrices muy bueno pero alejado del estrellato más fulgurante, y a veces vacuo, es así mismo, un valor añadido. Como tercer gran punto positivo citaría ese realismo de grises, de penumbras, de silencios, de decenas de detalles de la vida cotidiana que escapan, normalmente, de la gran pantalla. Se suele decir que la elección está al límite, siempre, del fracaso económico y de espectadores. La música es una especie de latido que, de alguna manera, genera tensión, incertidumbre y un ritmo, pausado, pero suficiente. Quizás sea ese su defecto, la lentitud, que, en realidad, es virtud, en este mundo de la prisa, la velocidad y la inmediatez.
Y, de fondo, una sociedad que valora y prima especialmente el consumo, el trabajo, aunque sea en detrimento de la salud y de la vida y un muy mal entendido progreso. Y unos poderes más que controvertidos y hasta controlados, si no maniatados, con sus ramificaciones burdas e incomprensibles.
Como suele ser habitual "Aguas oscuras" ha sido para mí un descubrimiento de cartelera, de llegar al cine sin noticia alguna, sin saber nada sobre la misma, sin haberla visto en la televisión, anunciada, ni nada parecido. Me atrevo a predecir que durará cuatro días, o cuatro ratos, como prueba de que el brillo extraordinario de Dupont deslumbra. Y como demostración de que, la tragedia producida por las multinacionales que dicen hacer nuestras vidas más fáciles, no tiene importancia para los llamados medios de comunicación social. Y mientras tanto, Dupont ya lleva muchos años rondando por la provincia de Ciudad Real, intentando hacer socavones, a su estilo. Y los malos, como siempre, son , o somos, los ecologistas, que nos oponemos al progreso, al desarrollo, y que estamos vendidos, precisamente, a las multinacionales, según dicen algunos.
Como digo en el título de esta modesta opinión, "Aguas oscuras" es una muy buena película, comprometida y, lamentablemente, desapercibida.
La película "Aguas oscuras" de Todd Haynes, de 2019, tiene una calificación, a fecha de hoy, 28 de enero de 2020, de 6,7, sobre 10.

domingo, 26 de enero de 2020

"Hortera", curiosa palabra.

La palabra "hortera" se utiliza, al menos en algunos pueblos de los Montes de Ciudad Real, para designar un recipiente circular de madera de fresno. Es curioso que al buscarla con "Google" no aparezca. Aparece con el significado  que cambió drásticamente en los años setenta del siglo XX. De ser un sustantivo que designaba a los jóvenes dependientes, es decir a los mozos o empleados de comercios, pasó a usarse exclusivamente con el sentido negativo de mal gusto, mal conjuntado, excesivamente llamativo. Recuerdo un refrán que decía: "no hay parto sin dolor ni hortera sin transistor". Lo cierto es que esta palabra se sigue usando con el significado que aparece el el Diccionario de María Moliner y el de la Real Academia de la Lengua.

Falta foto...

El término "escapaz", en algunos municipios de Ciudad Real.

Hace ya bastantes años desde que escuché el término "escapaz", con el significado de "capaz". Después lo he oído más veces, también en Piedrabuena. Me parece curioso.

El río Guadiana sigue exhausto.


El río Guadiana sigue exhausto.
Francisco Zamora Soria. 18 enero 2020.
Maestro de Educación Primaria. Geógrafo. Ecologista. Fotógrafo.


Me asomo, otra vez, a este espejo triturado por la apisonadora del desarrollismo.
-¿Qué es esto? - me pregunto.
-¿De qué estoy hablando?- Se me puede contestar. 
Veamos. Voy por un camino, perpendicular a una carretera comarcal. A mi izquierda hay unas ligeras lomas de tierras calizas, con abundantes piedras. Las más grandes han sido amontonadas en los bordes de una ligerísima depresión. Abundan los cultivos de cereal, viñas en espaldera y olivos. Recordemos que dónde había mil seiscientas parras (vides) ahora se plantan dos mil doscientas. De la prohibición del riego se ha pasado casi a la irrigación obligatoria, con un grado de subvención entre la cuarta parte y la mitad de las inversiones por parte de las instituciones. A lo lejos, fincas más grandes, con sistemas de regadío gigantescos, los llamados “pivot”, ponen de manifiesto el trasfondo agro-político en el que estamos.
A mi derecha, en ese terreno que está a escasos metros de desnivel en las zonas más bajas, hay algo de vegetación palustre, seca, sobre un fondo alterno de grises, negruzcos y blanquecinos. Cubren el suelo los restos de las plantas anuales, ya de invernada, muertas y, a rodales a veces muy amplios, las tobas, también grises, con algunos ejemplares tronchados o inclinados.
La sensación que me produce es de desolación, de abandono, de profundo destrozo, cargado de soledad y olvido.
Un conejo se mueve e inicia su rápida huída. Al otro lado de este espacio incierto y, de alguna manera, innombrable, sobre una siembra, planea un busardo (Buteo buteo), al que antes llamábamos ratonero, un ave rapaz de medio porte. Afino la vista. En realidad persigue a escasos dos metros a una urraca (Pica pica). Hacen quiebros, suben, bajan, se posan muy cerca el uno de la otra.
Me salgo del camino, sorteando esos montones de piedras calizas blanquecinas de entre quince y cuarenta centímetros, jaspeadas con grises superpuestos con algún toque amarillento. Siento el suelo como mullido, casi acolchonado, que cede ligeramente bajo mis pies. Desciendo más y ya solo piso carrizos (Phragmites) y aneas (Typha) que tapizan el suelo. Subo un desnivel de dos metros y medio y vemos agujeros de diferentes tamaños y formas por todas partes. Madrigueras de conejos, abandonadas y recientes, hoyuelos de haber excavado hace un rato un conejo, socavones que muestran, a su vez, agujeros que se dirigen hacia los laterales o hacia el fondo. Hay pequeños caparazones de caracolillos, ya blancos, sobre la tierra gris o negra, por todas partes. También se ven cartuchos y algún que otro resto de cemento, o quizás de un tubo de metal.
Miro hacia el Oeste, miro hacia el Este, y contemplo esta herida no curada del paisaje. 

Sigo andando y mi amigo Conce Sepúlveda Rodríguez me muestra un agujero de algo más de un metro cuadrado de superficie por el que, al anochecer, se ve el humo de la turba ardiendo. Lo descubrió David García Urda el primer día de este 2020. 
Seguimos caminando. Volvemos sobre nuestros pasos. Cogemos el camino subparalelo más cercano. Aquí también se ven las piedras, junto a un zanjón hecho con máquinas hace ya medio siglo. Más arriba - ¿río arriba?- se ve un montículo, una motilla de la Edad del Bronce Manchego, expoliada y destrozada, como el resto. 
Vamos al colapso (hundimiento) del Rincón, de hace ya unos años. Los agentes erosivos lo han ido lodando, con sus orillas, desgajándose con resquebrajaduras de varios metros de longitud y profundidad. Parece que estamos en otra motilla, desmochada, sobre la que se instaló una explotación agrícola en la posguerra, para poner en cultivo el cauce del río, haciendo recintos con piedras y tierra. ¡Eran campos de arroz!

Sí, quizás ya se haya adivinado, estoy en lo que fue el nacimiento del río Guadiana, en sus primeros kilómetros de recorrido. 

Pero ¿se puede llamar río a un espectáculo como éste? ¿Cauce? ¿Álveo? 
Paleocauce se me antoja demasiado lejano en el tiempo.
El Guadiana es uno de los siete grandes ríos de la Península Ibérica. Desde su nacimiento, en los Ojos, su caudal no se interrumpía estacionalmente, como ocurría en otros muchos afluentes, incluyendo al cercano Gigüela. 
Su nacimiento era debido al rebosar natural del gran acuífero manchego. Hay estudios geomorfológicos que afirman que ese nacimiento -o renacimiento, si se siguen la teoría o el relato tradicional-actual, en realidad, son restos de un paleocauce en el que se observaron huellas de meandros encajados. Lo describía el doctor en Geografía don Julio Muñoz.

Ese cauce tan ancho, en una llanura, sin sistemas montañosos cercanos, era todo un misterio, un verdadero enigma geográfico. El Guadiana, así, era un río mítico, atípico, muy literario y sugerente. Aparecía no solo en el Quijote sino en el habla de la calle… ”apareces y desapareces como el Guadiana”, se suele decir.
El Guadiana, a escasos metros de los primeros manantiales, ya tenía una anchura extraordinaria. Era una especie de pantano, jalonado por pequeñas presas que derivaban el agua a los molinos y al batán que extraían riqueza de una forma sostenible. Sus aguas, lentas, abundantes, transparentes, cristalinas, dulces, de sabor suave y agradable, no en vano, habían atravesado, en su alumbramiento, un filtro natural inmejorable. Se trataba de una turbera de varios metros de espesor. Carbón vegetal, al fin y al cabo, que se fue formando a lo largo de los últimos diez mil años.
Su cauce, en el mapa topográfico nacional (a escala uno cincuenta mil) de Daimiel (número 760), en la edición de 1952, aparece como una mancha azul, disimétrica, enorme, que nos transporta, de alguna manera, a una realidad hoy robada. Esa mancha cartografiada con rayitas azules, tenía, en estos parajes, entre uno y dos kilómetros de anchura.
Yo, modestamente, ya dije en 1999, en el prólogo de un libro titulado “Poesía para salvar ríos” que quizás esas líneas azules del mapa se deberían cartografiar en rojo, incluyendo los terrenos usurpados o anexionados.
Hoy, en 2020, todo está seco y, lo que es peor, prácticamente en su totalidad, muerto. Los incendios subterráneos han vuelto a activarse.
Es cierto que tuvimos unos años con pluviometría muy favorable y es de suponer que con disminución de la extracción de agua (se decía que, además de las lluvias, la crisis económica había silenciado muchos motores y bombas). 
El agua volvió a aparecer en los Ojos. En el cauce, raquítico ya, se notaba también la ligera recuperación.
Ahora, los tarayes (Tamarix) han prosperado y señalan ese exiguo pero incipiente camino de vida.
Pero los riegos siguen extrayendo mucha más agua de la que se debería. Los niveles freáticos bajan y volvemos a estos terrenos espectrales, kafkianos, reflejo  del momento esperpéntico que vivimos: más palabras  y más imágenes que nunca parecen querer ocultar la verdad. ¡Extraña y dolorosa paradoja! 
Nos recuerda a los cruceros y cayucos surcando los mismos mares, con precios incluso superiores de los segundos. Es el mundo “equis punto cero”. 
A escasos metros, un Espacio Natural Protegido, Parque Nacional, Z.E.P.A., Reserva de la Biosfera, humedal Ramsar…las Tablas de Daimiel, mantenidas hiper-artificialmente, mostrando a los visitantes una gran falacia, haciendo las veces de trampantojo, de un decorado, de un telón de fondo, ocultando el tremendo desastre ambiental de la conocida como Mancha Húmeda. 
Se acuñó un término científico, el de ”daimielización”, doloroso y humillante para Daimiel y su gente. Quizás deberíamos llamarlo directamente “macro estafa ambiental” y no particularizar en un municipio.
En estos años se ha escrito mucho. Tesis doctorales, trabajos de investigación de todo tipo, materiales divulgativos, prensa, informes, poesía, como la de Miguel Galanes, o prosa intensamente poética, como la de Francisco Gómez-Porro, textos en internet … han venido a describir este escenario de destrucción.
Yo escribí, el 9 de octubre de 2002, en el periódico La Tribuna de Ciudad Real, un artículo titulado “El río Guadiana está exhausto” (Sección de Opinión, pág. 28). Hoy, casi dieciocho años después, vuelvo a lo que fue el río Guadiana. La realidad ha cambiado muy poco. Cierto es que se han hecho avances, como la señalización del Dominio Público Hidráulico.
Ahora que arde Australia y el movimiento internacional, ecologista y pacífico “Extinction Rebellion” corta una de las calles más importantes de Madrid, una mujer, manifestante anónima, aparece con un brazo en llamas. Buen símil de nuestro maltrecho Guadiana en sus primeros kilómetros, que lleva así, con un breve paréntesis, desde 1984.
Algo –esperamos que mucho-tendremos que hacer.






jueves, 23 de enero de 2020

Otra cita de Elanio azul (Elanus caeruleus) en Alcolea de Calatrava...

Hoy, 23 de enero de 2020 he vuelto a ver un ejemplar de elanio azul (Elanus caeruleus) en el término municipal de Alcolea de Calatrava, Ciudad Real. Eran las 17:51 y se encontraba sobre un poste eléctrico, a unos 400 metros de la gasolinera de la carretera N-430.



Veinticinco años aprendiendo y enseñando juntos: el Colegio Público "Alcalde José Maestro" de Ciudad Real.

Mañana, 24 de enero de 2020, se cumplen veinticinco años desde que se inauguró oficialmente el Colegio Público "Alcalde José Maestro" en Ciudad Real. El lema elegido por el claustro del colegio para este curso tan emblemático ha sido "Veinticinco años aprendiendo y enseñando juntos". 
El colegio Alcalde José Maestro presenta algunas características muy interesantes como son el haber apostado por la enseñanza del francés como segunda lengua, además de mantener el inglés, como tercera y el haber iniciado su andadura con un proyecto educativo generado por un grupo de maestras y maestros con el sello del compromiso y, me atrevo a añadir, del entusiasmo. Durante años escuché opiniones y valoraciones de diferentes personas en este sentido. 
En estos veinticinco años han pasado por el colegio miles de alumnas y alumnos, con sus correspondientes familias. Así mismo, son muchos los profesionales que han hecho posible este sueño, hecho realidad. Desde el personal laboral, el profesorado, los responsables de los equipos de orientación,  a los diferentes equipos directivos, todos han aportado su esfuerzo y su buen hacer.
Ha habido, sin embargo, un maestro especialmente significativo, sin menospreciar a nadie, el que fue director y uno de los "fundadores", por decirlo de alguna manera. Me estoy refiriendo a Rafael González. Murió hace unos años pero este curso, muy especialmente, lo estamos recordando por todo lo que hizo. Entre otras cosas, por ejemplo, escribir el himno del colegio, con la correspondiente música.
Están siendo muchas las actividades que se han organizado en lo que llevamos de curso y algunas más las que faltan. Y son muchas las personas y las instituciones las que las están haciendo posible, como las diferentes facultades de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Desde este espacio felicitamos a toda la comunidad educativa y agradecemos muy especialmente al equipo directivo el esfuerzo que están realizando. ¡Gracias Federico, Pilar y María Ángeles! y ¡Feliz 25 aniversario a toda la Comunidad Educativa del Colegio Público "Alcalde José Maestro"!







































Mi primer año en Biodiversidad Virtual, 2019-2020.

Hoy, 23 de enero de 2020, hace un año desde que me inscribí en la página de la asociación sin ánimo de lucro "Biodiversidad Virtual". Se trata de una iniciativa de lo que se ha dado en llamar Ciencia Ciudadana. Por el momento contiene y comparte la mayor base de datos de biodiversidad de España abierta y gratuita, con más de dos millones de fotografías, muchas de ellas, debidamente revisadas y clasificadas por expertos, aportando además, los imprescindibles datos de la georreferenciación. Además, muy interesante y muy importante, se trata de imágenes captadas en libertad, sin capturas.
Biodiversidad Virtual organiza los llamados "testings" o muestreos sistemáticos en diferentes espacios de España y mantiene una línea de publicaciones científicas también abierta y gratuita.

Mi experiencia de este año ha sido muy positiva y enriquecedora. He subido casi cuatrocientas fotografías, de algo más de cien especies. Algunas citas tienen cierto valor añadido frente al resto, -por decirlo de alguna manera-por tratarse de especies  o bien de presencia muy escasa o muy difíciles de localizar. He participado en cinco muestreos (testings), total o parcialmente, y, sobre todo, he conocido y reencontrado a amigos que comparten estas pasiones de la Naturaleza, la Conservación, la Fotografía y el Conocimiento Científico.

Junto a las galerías de seres vivos hay otras de indudable interés, como Geología, Fenómenos atmosféricos, Impactos y Etnografía.




Mañana se inaugurará "Las edades del vino" en el Canguro Violeta.

Mañana, 24 de enero de 2020, viernes, a las 9:30 de la noche,  se inaugurará la exposición fotográfica "Las edades del vino" en el Canguro Violeta de Piedrabuena, Ciudad Real. En ella, cinco fotógrafos nos muestran el recorrido de este singular, milenario y casi universal elemento de nuestra cultura y de nuestra historia.
Los autores, cuatro fotógrafos y una fotógrafa, son miembros del Colectivo RAW, de Miguelturra, y en esta ocasión presentan catorce imágenes de 70x50 cms cargadas de un halo un tanto poético sin alejarse del realismo.
Para las personas que procedemos de entornos muy vinateros o viti-vinícolas, la selección tiene un fuerte poder evocador y nos traza el quizás inverosímil camino desde la aparición de los primeros brotes en la parra  o vid (Vitis vinifera) hasta el momento de su consumo.
José Andrés Gallardo, Guillermo Martín, Rafael Pérez, Marta Torres y Alfonso Torres cuentan ya con un largo currículo fotográfico. Se puede ver en este enlace.


La exposición se podrá visitar hasta el 23 de febrero de 2020.



miércoles, 8 de enero de 2020

La primera flor de jara pringosa (Cistus ladanifer) del 2020, en Piedrabuena, Ciudad Real

El pasado día seis de enero de 2020 pude observar y fotografiar la primera flor de jara pringosa (Cistus ladanifer) del año 2020 en Piedrabuena, Ciudad Real. 
Se encontraba en la Sierra de la Cruz. Había en ese momento, a las diez de la mañana, unos tres grados centígrados y se acababa de levantar la niebla. La flor estaba ligeramente cerrada y recubierta de gotitas de agua de la reciente cencellada.



sábado, 4 de enero de 2020

Geografía, a vista de dron, con el profesor Juan Martín Martín.

Ayer, 3 de enero de 2020, volví a tener la oportunidad y la suerte de compartir la tarde con un compañero y amigo, el profesor de Geografía Juan Martín Martín, además de con Cristina Martín, ingeniera de Telecomunicaciones y el doctor en Geografía Óscar Jerez García.
Juan lleva ya un buen tiempo aprendiendo y disfrutando con el manejo de drones. Además, a estos aparatos -que se pueden confundir con simples juguetes, sin serlo, verdaderamente- les da un uso educativo y geográfico. Y es que los drones, entre otros usos, cuentan con un potencial didáctico impresionante. Son una herramienta motivadora de primer orden en la que confluyen varias disciplinas, destrezas y competencias. 
Con las imágenes, en movimiento o estáticas, de un dron, descubrimos la realidad que nos rodea de una forma a veces totalmente nueva. Así, un pueblo, ciudad, monumento, construcción, o elemento de la Naturaleza cobran nuevas dimensiones y se cargan de información y valores antes desconocidos. El paisaje "se abre" de otra manera, más explícita, más elocuente, añadiendo nuevos alicientes a la simple observación del Entorno, ya de por sí enriquecedora.
Con el dron y el manejo de Juan he podido descubrir espacios que conocía desde hace años y verlos de otra manera. Es como subir a una sierra para contemplar la llanura, allí dónde no hay desnivel alguno, es poder ver el cauce del río, difícil de percibir con su simple recorrido y con el trabajo cartográfico o bibliográfico. 
En estas dos ocasiones hemos visto las fotografías de los Ojos del Guadiana en Villarrubia de los Ojos, y el maar (o cráter de explosión hidromagmática o freato-magmática) de Navarredonda, el volcán de la Arzollosa y el río Bullaque, en Piedrabuena.
El uso de drones se nos revela como un gran avance para nuestras aulas, para nuestros pueblos y ciudades, en un tiempo en el que parece que la distancia entre el mundo/la vida y las aulas se incrementa preocupantemente.
Recomiendo la lectura de la entrada y la presentación sobre el tema en el que quizás sea el blog geográfico más visitado de España, el blog de Geografía del profesor Juan Martín Martín. O esta otra, más reciente, sobre el mismo tema.

 "Maar" o laguna, en primer plano, de Navarredonda y el volcán de la Arzollosa, en un segundo plano, a la izquierda. Al fondo, también a la izquierda, la Sierra de la Cruz. Piedrabuena, Ciudad Real. La laguna fue drenada y puesta en cultivo, y sólo se inundan algunas partes en años de abundantes precipitaciones. Como se puede ver, junto al camino, se ve una siembra parcialmente encharcada. Se trata de un cráter muy amplio, subcircular, rodeado parcialmente de sierras de escasa altitud, lo que dificulta la percepción de la forma, hecho que no ocurre en la cercana laguna del Lucianego, mucho más pequeña. El topónimo es especialmente expresivo. Hay personas que denominan este lugar como "laguna". No aparece cartografiado como maar ni en el Mapa Geológico de Piedrabuena 1:50.000 y el Mapa Geomorfológico de las comarcas del Campo de Calatrava-Montes de Ciudad Real de José Luis García Rayego.
Fotografía de Juan Martín Martín.

 La pequeña presa de Los Jarales, en el río Bullaque, Piedrabuena, Ciudad Real. Fotografía de Juan Martín Martín.

El río Bullaque, aguas abajo de la presa de Los Jarales. Se puede observar como el río sigue desmantelando e incidiendo en las rañas. Fotografía de Juan Martín Martín. Fotografías tomadas con dron "Parrot Anafi 1.6.3."

miércoles, 1 de enero de 2020

Los últimos momentos de las gambas duende...mayo 2019. Tercera generación de 2019.

Esta entrada de mayo de 2019, ahora tiene más interés, aunque queda, como quedó, sin desarrollar.

Más gambas duende para despedir el año 2019, y recibir el 2020.

Acaba el año 2019 y volvieron a eclosionar las gambas duende y las almejas duende. Dan así la bienvenida al 2020. Este año, sin haber sido un año lluvioso, ha supuesto cuatro generaciones de branquiópodos en alguno de los puntos que venimos siguiendo.

Amigo alacrán...

Amigo alacrán,
como suelo hacer,
he ido a verte.
Allí estás,
en tu habitáculo.
He vuelto a hacerte fotos.
Desde hace ya unos años
pienso que me miras.
Se me antojan,
tus ojos,
clavados en los míos.

No hay reproches,
no hay veneno.
no hay maldad.
Eso creo.

A veces las cosas
no son como parecen.

¿Cómo fiarme
de un ser cómo tú?
Pero, ¿no podrías pensar tú lo mismo?
Estás ahí,
tan tranquilo,
tan seguro,
tan solo...
libre,
o quizás encerrado en ti mismo.

Bajo esa piedra,
tu cobijo,
tu hogar,
tu escondite,
tu refugio,
una parte más de ti,
una piel quizás más dura,
que,
te parece,
te protege.

¡Qué cerca!
¡Qué lejos!

Sobre esta piedra
que te oculta,
hoy estoy yo,
como hace un año,
como hace dos,
como hace tres...

Estás ahí,
solo,
clavándome,
como yo a ti,
tus ojos,
sin veneno...

Creo,
después de muchos años,
que el miedo,
simplemente el temor,
puede hacer más daño
que el peligro,
más o menos cierto.

Tu aguijón avisa,
pero no todo viene
con ese signo,
sino de todo lo contrario.

De las aguas mansas...

Alacrán, amigo,
siempre habrá una piedra
que te oculte,
proteja,
y me llame...
Creo...
Espero.

El daño viene
de dónde menos te lo esperas...
Tú a mí no me has hecho nada,
a pesar del veneno.
Yo a ti, tampoco,
a pesar de ser
lo que soy.

¡Me dicen tanto,
tus ojos, en silencio!
Alacrán, amigo,
espero verte dentro de cinco o seis meses o,
quizás un año.

Me hago preguntas
de ti,
de mi,
de tu hueco excavado en la tierra
y del mío.

¡Hay tantos sentimientos encontrados!
¿No es la contradicción el camino?
¿No nos ciega la luz
y nos quema
y destruye
la verdad?
¿No pesa más
el aire
que la piedra enorme
que te protege?

Creo, alacrán,
que tus ojos
me dicen tanto
como puedo entender...







domingo, 29 de diciembre de 2019

Los Ojuelos del río Gigüela, con esperanza.

Hoy, 29 de diciembre de 2019, domingo, he vuelto a recorrer una buena parte del paraje conocido en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, como "Los Ojuelos". Llevo tres días haciéndolo, tras un buen tiempo sin venir por aquí. Me acompañan tres buenos amigos y conocedores de este territorio tan interesante.
Ha helado un poco y durante unas tres horas el suelo y la escasa vegetación aparecían escarchadas. El termómetro de mi coche marcaba un grado y el sol no conseguía hacerse con la situación. Recorremos esta llanura de inundación, paleocauce intensamente utilizado desde tiempo inmemorial por los seres humanos, con gran atención. Vamos viendo los desaguisados de tantos años de abandono, de tanto tiempo de gestión anárquica e interesada. 
Constatamos como conviven las actividades humanas de ayer mismo con otras de hace, quizás, siglos. Así, vamos viendo pozas hechas hace unos treinta o cuarenta años con máquinas; zanjas, barrancos o pequeñas depresiones de las extracciones de yesos, plantaciones de pistachos, de viñas, de olivos, de almendros...Ni rastro de una sola huerta. Escombros y restos de todo tipo que se vienen manteniendo desde hace también mucho, como botellas, frascos, hierros, alambres, una batería, plásticos...


El fuego, relativamente reciente, ha dejado muchos terrenos completamente calvos. Aquí se ve una zanja que, a su vez, desemboca en otra. Allí destaca, blanqueando, un montón de tierra, declarando que se extrajo hace años quizás, casi seguro, buscando agua. Las huellas del arado de este otoño se alternan con los de hace años, como lo hacen los pequeños viñedos ya abandonados y muertos con los nuevos, ahora en espaldera.
Es digno de reseñar la irregularidad de las pequeñas parcelas y de la superficie, que se encuentra, intermitentemente, en dos niveles. El más bajo se corresponde con las extracciones de yesos y el superior, con el primitivo cauce, llanura de inundación de un río muy llano y ancho que fue encauzado en diferentes momentos pero, definitivamente, por ahora, en los últimos años sesenta del siglo XX y primeros setenta.
En los pequeños montones de tierra que quedan en pie, como testigos de ese nivel del lecho del río, los conejos han ido construyendo sus enormes madrigueras. La zona se reserva para la caza con "bicho" -con hurón- y no se permite su actividad hasta la semana próxima. Esos agujeros a veces se han convertido en verdaderas esculturas, con túneles y formas caprichosas.
En algunos reductos se aprecian los alberdinales -esparto fino- y las matas de limonium y de las zanjas y pozas salen, cuando no han sido quemadas, las plantas acuáticas más típicas, como el carrizo, la anea y, en menor medida, la masiega. Son muchas más las especies presentes y, aunque no es el mejor momento, sabemos de la presencia de endemismos muy interesantes y escasos. 
Se escuchan las gangas, el pito real, la tarabilla común... Vuelan muy cerca el águila imperial y el aguilucho.
En primavera todo cambia y esos grises predominantes se convierten en vivos colores. Se suele decir que la esperanza es lo último que se pierde. Ante tanto potencial, tantos valores, tantas riquezas no necesariamente monetizables,  sentimos una llamita de esperanza que se resiste a desaparecer. Todavía es posible conservar muchos de los valores de este espacio natural. 
Por otra parte, muy importante, aunque no sean considerados como dominio público hidráulico los Ojuelos no debemos olvidar que son de titularidad pública, son terrenos municipales que deben ser conservados como tales.
Y, por último, la protección no debería suponer la pérdida del nombre que le fue dado durante siglos, incluyendo toda la toponimia que todavía hoy es utilizada por algunas personas. Y en la misma persona, la compatibilización de actividades tradicionales con la conservación no deberían tampoco ser un obstáculo. Esperamos vehementemente que el ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos siga defendiendo esta parte tan importante e interesante de nuestro patrimonio.











sábado, 28 de diciembre de 2019

Diminuta huella, casi imperceptible...

Diminuta, casi imperceptible, tu huella me llena con su sencillez, sencillez de lo auténtico y de lo importante. Has escrito más que tu nombre, tu vida y quizás hasta tu amor y tu muerte.
Me llamas como un pétalo caído de cualquier jara, como la forma de una pequeña semilla,
como una piedra que lleva millones de años vagando,
a pesar de ser inerte.
Me llamas como un élitro despojado de un ser que perdió el vuelo,
como la puerta de acceso a un hormiguero
o al nido de una avispa solitaria.
Como la pluma del jilguero
o de un gorrión,
como el abrojo con sus protecciones portentosas,
como la circunferencia que describe esa matilla,
de apenas unos centímetros al girar con el aire sobre la arena.

Me llamas como la estela y los hoyuelos que deja momentáneamente la gamba duende en el agua,      - lienzo tan efímero- embarrada en un charco,
habiendo eclosionado para vivir unos días y, quizás, perpetuarte por años, en un curioso quiste, también imperceptible, blindado, anclado o divagante.
Me gritas, como la huella brillante de la babosa, como los churrillos de barro de la lombriz de tierra, como la camisa, increíble, de la culebra, con sus protectores oculares,
como el hongo que se encarama en un tronco, en una piña o reposa en ese árbol caído.
Me susurras como esas florecillas de milímetros, hermosas, profundas y refulgentes y, otra vez, sublimes.
Me hablas a lo más profundo de un alma que, a veces, se retrae, se encierra, se protege y quizás huye de si misma.
Me escribes tu mensaje esperando que te pueda leer y, créeme, eso es lo que intento, entenderte, conocerte, disfrutarte, recrearte, transmitirte, respetarte y quererte...
diminuta, huella, casi imperceptible, en la playa de medio palmo de arenilla en un charco...en mitad de un camino.





Los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos,...sin agua...

Corría el año 2015. En realidad se apuraban los últimos días de diciembre de aquel año cuando Conce Sepúlveda Rodríguez, guía de campo y gran conocedor y divulgador del Entorno, de Villarrubia de los Ojos, de Daimiel y de otros términos municipales, supo que en el paraje conocido como Los Ojuelos, había agua, después de varios decenios sin una gota. Cuando me lo dijo me pareció toda una noticia y rápidamente visitamos esos lugares. Rincones apartados y con algo de marginales. Tierra de todos y, por lo tanto, de nadie.
Pensamos que lo mejor sería dar a conocer el hecho, por su gran interés científico, ambiental, social, cultural, ecológico y educativo. Así lo hicimos. En pocos días la noticia había tenido gran repercusión. Aparecieron diferentes medios de comunicación interesados en hablar del tema, en buscar información y en publicarla.
Era curioso como, de la noche a la mañana, los Ojuelos del río Gigüela o los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos, pasaron del más absoluto anonimato al interés explícito por parte de instituciones que, de alguna manera, parecía que se sentían un poco...¿sobrepasadas? ¿puestas en evidencia?¿perdidas?¿ilusionadas?
Sin embargo, hay que dar al César lo que es del César y no sería justo olvidar que había habido algunas personas, concretamente, geógrafos, que sí venían prestando su atención, su esfuerzo, su tiempo y su trabajo a este lugar tan interesante. Así, el doctor en Geografía, don Óscar Jerez García, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, por un lado, y el geógrafo Enrique Luengo Nicolau, por otro, llevaban ya muchas horas, días, meses y años de estudio, de seguimiento y de dedicación...
Otros, pasábamos por allí, como por otros espacios muy deteriorados, pero que albergaban y conservan aún hoy verdaderas joyas, con la idea de conocer, de aprender, de disfrutar, de mejorar, de conservar...
Lo cierto es que las instituciones iniciaron procesos de estudio, de seguimiento y de toma de decisiones, por pequeñas que fueran. En muy poco tiempo surgieron nuevos afloramientos de agua, es decir, fueron localizados, ya en este caso por profesionales, y, al mismo tiempo, los conflictos y las causas del deterioro casi extremo se seguían manifestando. Así, puntos de agua contaminada o incendios provocados, destrucción de vegetación autóctona con abundantes endemismos, vertidos, intensificación agrícola y extractiva...fueron y son el día a día.
Las noticias generadas, los estudios realizados y publicados, los proyectos elaborados no parecen haber tenido, por el momento, los efectos positivos deseados y deseables.
Así las cosas, parece ser que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se ha venido negando a realizar estudios serios y, sobre todo, a otorgar alguna figura de protección, a pesar de reconocer la valía incuestionable del espacio en cuestión. El ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos, hasta dónde sabemos, trabajó en esa protección que no llegó (hay quiénes hablaban de la negativa de la Consejería debido a la discordancia de partido político del ayuntamiento; de ser cierto sería sencillamente, lamentable y vergonzoso) y en la elaboración de algún proyecto con la intención de conservar, al menos, una parte de esos terrenos comunales de los que apenas si se tenía constancia ni se hacía trabajo específico alguno de vigilancia, seguimiento o mantenimiento mínimos, antes de la aparición de la noticia inicial.
Nada hemos vuelto a saber ni de la Confederación Hidrográfica del Guadiana ni del IGME ni de la JCCM, aunque esto no signifique que no hayan seguido trabajando.
Lo cierto es que, a día de ayer, 27 de diciembre de 2019, la sensación que se obtiene es verdaderamente dura y decepcionante. Más terrenos arados y usurpados u ocupados. Más incendios y más cultivos. Ni un solo cartel, ni una señalización, nada de nada hace imaginar que nos encontremos en un espacio municipal con grandes valores naturales, culturales y patrimoniales.
No hay agua. Además de las escasas lluvias y del mucho regadío quizás el Cambio Climático se esté haciendo más evidente. La vegetación acuática ha sido quemada intencionadamente. Apenas se adivinan los trocitos de carrizos y nada queda de la masiega y de la anea que consiguieron abrirse camino, en este secarral. Ahora el signo político, es decir, el partido político, del ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos ha cambiado y, para bien o para mal, la Junta de Comunidades ya no podrá esgrimir esa diferencia.
Es el momento de trabajar en serio y de iniciar los trámites para la protección efectiva de este espacio.

Conce Sepúlveda Rodríguez, ayer, 28 de diciembre de 2019, en uno de los puntos en los que detecto la presencia de agua en diciembre de 2015, en los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real.

Uno de los zanjones o pequeña poza en la que hubo agua y vegetación acuática desde, al menos, finales de 2015. Como se aprecia en la fotografía, el terreno circundante se encuentra arado, sembrado y rulado.



martes, 24 de diciembre de 2019

¿Para qué sirven los pasos de cebra?

¿Para qué sirven los pasos de cebra? Se supone que que para que los peatones puedan cruzar seguros porque todos los conductores los respetan. Aprendemos que sólo con que se observe a una persona que se aproxima ya debemos reducir la marcha y parar. También recordamos que debemos mirar antes de cruzar a ambos lados pero...¿Se toman medidas de algún tipo para cerciorarse de que son medianamente seguros? ¿Se vigilan aunque sean sólo algunos? ¿Se multa a alguien en España por no respetarlos? 
Hoy, sin ir más lejos, me ha vuelto a pasar. Eran las tres y algo de la tarde. Carretera Nacional 430, en el casco urbano de Piedrabuena. Vienen coches lejos y pienso que me da tiempo a cruzar y que, además, pararán. El primero, un BMW rojo, conducido por un joven, que viene abiertamente a mucha más velocidad de la permitida en este tramo de la vía. refrena ligeramente y pasa escasos centímetros de mí. Lo peor es que otro coche, todoterreno, verde, creo, conducido por un hombre de unos 35-40 años, hace lo mismo pero sin frenar. Me giro, levanto las manos y, para sorpresa e indignación mía, gesticula de forma desagradable y pita en señal de queja. Pero no pasa nada. Nunca pasa nada. Nunca hay un policía o un guardia civil vigilando. Nunca hay una cámara ni un radar que capte a estos infractores tan peligrosos y agresivos. No lo veo en periódicos, ni vayas publicitarias, ni lo escucho en la radio ni lo capto en las llamadas redes sociales o en internet. 
Los pasos de cebra son un engaño más. A nuestros políticos y gestores parecen importarlo un pito. Luego hablamos, hablamos, hablamos, prometemos, despotricamos, criticamos, señalamos, juzgamos, insultamos a unos u otros, clasificamos en colores o lados...pero nunca pasa nada. ¿Qué vergüenza!

Vuelo nupcial de hormigas "Messor barbarus" el 24 de diciembre de 2019, lunes, en Piedrabuena, Ciudad Real...

Hoy, martes, 24 de diciembre de 2019, a las 13 horas, con unos quince grados centígrados he visto, fotografiado y grabado el inicio del vuelo nupcial de hormigas "Messor barbarus" en el casco urbano de Piedrabuena, Ciudad Real. Me ha resultado sorprendente por la fecha del año, ya en invierno, aunque verdaderamente, como dice una amigo agricultor, Antonio, el otoño viene con retraso y ha llovido y hace calor...Lo cierto es que no recuerdo haber visto nunca este proceso natural en este mes. A estas hormigas las solemos llamar "hormigas cabezonas".


Un sapo corredor en Las Ventas con Peña Aguilera, de noche, con cinco grados.

Anoche, 23 de diciembre de 2019, lunes, pude observar a un sapo corredor (Epidalea calamitas) en el casco urbano de Ventas con Peña Aguilera (Toledo) a las 23:35 de la noche, con una temperatura de cinco grados centígrados.

Para evitar posibles atropellos lo dejé en el pequeño canal lateral de la carretera.


Sobre la asamblea de bienvenida de Extinction Rebelion de Madrid de ayer, 23 diciembre 2019.

Ayer, 23 de diciembre de 2019, lunes, tuvo lugar la asamblea de bienvenida de Extinction Rebelion en Madrid. En el Centro Social Seco, en el Puente de Vallecas, nos reunimos trece personas para conocer m.ás de cerca este nuevo movimiento social surgido en Inglaterra en 2018. 
Tras una breve presentación de los asistentes los miembros de ER fueron exponiendo las líneas maestras de este grupo internacional que lucha desde las acciones directas no violentas (ADNV) contra el Cambio Climático. 
A pesar de su corta trayectoria en España ya se han llevado a cabo varias acciones, antes y durante la COP 25.
Se trató de una primera toma de contacto en la que se dio la palabra a los presentes, se proyectaron algunos vídeos, textos y fotografías y se despejaron dudas sobre la organización. Un interesante encuentro cargado de esperanza y deseos de mejorar el mundo.


martes, 17 de diciembre de 2019

Carta de un español a la persona que escribió a Greta Thunberg y que dice ser de Sudán del Sur.

Hola, autor o autora de la carta a Greta Thunberg:
¿Qué tal estás? Yo bien, gracias a Dios. En serio, ¿qué tal estás?¿te sientes mejor después de haber escrito ese ataque a una chica de dieciséis años? ¿Te reconforta comprobar como tu misiva ha sido leída por miles y miles de personas?
Me sorprende mucho  que, proviniendo de un país con tantas dificultades redactes tan bien, estés tan bien informada sobre Greta Thunberg y seas capaz de hacer llegar tu escrito a tantos lugares tan lejanos (y, por cierto, en un español tan correcto). Siento hacer lo que se llama acepción de personas, si así fuera. No es menosprecio o desprecio, es sencillamente, desconfianza, ¡te ruego me perdones! Seguro que en Sudán hay mucha, mucha gente que escribe muy bien, seguro, y con poco, mejor que yo.
Te decía que me sorprende tanto como para pensar que puedes vivir en Madrid o en cualquier otro lugar de España, con acceso a todos los servicios básicos que dices no tener en un campamento de refugiados.
Pero, vayamos por partes. No he leído apellidos, dirección, ni datos de ningún tipo que garanticen que eres quién dices ser y lo que dices ser.
Por otra parte, de serlo, ya te digo que me siguen planteando serias dudas tus palabras. Una persona que vive, o sobrevive, en circunstancias tan duras ¿se expresa así precisamente a quién está luchando pacíficamente contra esas situaciones?¿Ese tono culpabilizador e insultante es típico de quién no tiene prácticamente nada? No lo creo.
También opino, con todo respeto, que te has equivocado de destinatario. Deberías escribir, a mi juicio, a los políticos, gobernantes, jueces y periodistas y no a, quién, como es el caso, ha cambiado las comodidades de la vida que le tocaron en suerte (he dicho "en suerte" y no "por suerte") para conseguir que, por ejemplo, no aumenten las temperaturas en tantos grados como estiman los científicos que aumentarán en los próximos años. Eso supondría -como pareces ignorarlo, te lo digo-que en lugares también de África la vida sería directamente imposible. En otros, se perderían las cosechas, se secarían ríos y lagos, moriría el ganado, habría mucha menos cobertura vegetal y, por tanto, menor evapo-transpiración, y, a su vez, más lluvias torrenciales, con nuevos peligros...En fin, una espiral de destrucción.
¿Qué decirte de tu deseo de tener muchas vacas? Más de lo mismo, pero no entraré en detalles ni te recomiendo que se lo digas a los millones de budistas ni de veganos y animalistas que hay en el planeta. Lo que sí te digo es que no me resulta creíble que  una sudanesa diga eso, de ninguna manera. 
Empiezas tu ataque diciendo que Greta Thunberg vive en Suecia...con esos supuestos quince años que dices tener ya se sabe que no se nace dónde se quiere...y que en todas partes cuecen habas, también sin entrar en detalles.
Insultas..., mala forma de ganar seguidores serios. ¡Me recuerdas a tantos famosetes, a tanto columnista -probablemente pagado-, a tanto escritor, a tanto experto en todo lo que salga, a tanto polemista y a tanto oportunista!
Te recomiendo leer, instruirte y dejar el camión de prejuicios que te rodean. Empieza a pensar, es solo una sugerencia, que esas injusticias de las que hablas se pueden solucionar, precisamente, con el esfuerzo colectivo y la conciencia que nos pide, entre otras muchas personas, Greta Thunberg.
Si no eres quién dices ser, como creo, me parece penoso que recurras a ese artificio literario de hacerte pasar por una chica de quince años de Sudán del Sur. Quizás hay sitio en la tienda número 1.587 para personas como tú. Nunca se sabe lo que nos depara el destino. O quizás sea yo el próximo inquilino. ¿quién lo sabe?

Por cierto, aunque ya está escrito en este blog, me llamo Francisco Zamora Soria, tengo 57 años, soy ecologista sin grupo, fotógrafo sin galería, maestro de escuela, daltónico político, C.A.R. y vivo en un pueblo llamado Piedrabuena, en la provincia de Ciudad Real, en el centro de España.


Un "Don Quijote por el planeta", en la manifestación por el clima de Madrid, del 6 de diciembre de 2019.

La última libélula de 2019, en diciembre de 2019.

Ayer, 16 de diciembre de 2019, a las 15:35 pude observar durante unos segundos una libélula en el interior del colegio público "Alcalde José Maestro" de Ciudad Real. Se encontraba posada sobre un murete que hay ya dentro del recinto, en la entrada de primero y segundo. No me dio tiempo a hacerle una fotografía pero pude apreciar que tenía una coloración amarillenta y que no era muy grande, de unos cinco centímetros. Me pareció que estaba muerta, ya que estaba muy pegada al suelo pero, al acercarme, levantó rápidamente el vuelo.
Desconozco el género y la especie y si es "normal" este tipo de citas, a estas alturas del año.
El colegio se encuentra en un barrio residencial a las afueras ya casi del casco urbano. En las cercanías no hay lagunas, estanques, arroyos o ríos pero sí abundantes piscinas. El río Guadiana se encuentra a unos cuatro o cinco kilómetros.

martes, 10 de diciembre de 2019

A propósito de la intervención del actor Javier Bardem en la manifestación por el clima del 6 de diciembre de 2019.

El viernes pasado, 6 de diciembre de 2019, tuvo lugar una gran manifestación en Madrid contra el Cambio Climático. En la misma participamos muchos miles de personas, de todo tipo de creencias, convicciones, países, provincias, pueblos, etnias, edades, profesiones, militancias...No ha quedado ni medianamente claro el número aproximado de participantes. Desde luego la cifra aportada por la Policía Municipal de Madrid es del todo inexacta. Habría que preguntar quién la dio y en que se basó. Tampoco parece apropiada la dicha por la organización. Lo cierto es que fue multitudinaria y despertó una gran expectación mediática.
Muchos nos preguntamos las razones por las que el actor Javier Bardem fue el encargado de leer una declaración o comunicado. Parece ser que fue por su colaboración con Greenpeace y sus viajes a escenarios como la Antártida, pero desconozco realmente las razones. Lo cierto es que por muchas razones no me pareció nada adecuada su elección. A pesar de eso debo reconocer que es de agradecer, en muchas ocasiones, la disposición de algunas personas famosas a participar en este tipo de actos. Es decir, bienvenido sea el compromiso y el trabajo de Javier Bardem.
Si se hubiera limitado el actor a leer su texto habría habido personas, como yo, que lo habríamos aplaudido, quizás con poco entusiasmo, pero aplaudido. Pero al insultar al presidente de Estadios Unidos, Donald Trump y al alcalde de Madrid, -menudo paralelismo, por cierto-perdió toda la legitimidad y credibilidad.
Dicho esto, que dije, por cierto, a quién me acompañaba en aquel momento,  es muy de agradecer que al día siguiente pidiera perdón. El daño, sin embargo, ya estaba hecho. Al día siguiente millones de personas se enteraron mejor de esa cuestión que de lo que verdaderamente importaba, y era que por primera vez en España la defensa del Medio Ambiente y del Clima había congregado a centenas de miles de personas. Y eso es lo triste, lo penoso y lo que no debería volver a pasar. En los comentarios contra Javier Bardem en Twitter se le echaba en cara su forma de vida, su "estilo" y el de su esposa, anunciando viajes en cruceros, por ejemplo.
Por curiosidad me conecté varias veces a las páginas de Ecologistas en Acción y de "Greenpeace", y, ni una palabra al respecto. Daba la sensación de que, como era fin de semana...
Desde luego alguien debería haber dado alguna explicación, haber mostrado su oposición a esa forma de proceder y haber reconocido la gran torpeza de Bardem pero, también, de los organizadores por no haber dejado atado y bien atado el mensaje. ¿No hay responsables? Nadie asume nada, sería la respuesta. Contar con un actor que, como Javier Bardem, tiene un perfil nada ecológico o ecologista, según se dice debería suponer un aprendizaje. Ya pasó en otras ocasiones, con otros proyectos empresariales, con cantantes famosos cuyas formas de vida tampoco se aproximaban lo más mínimo a lo que se predicaba.

¿Quién maneja a Greta Thunberg y quién al resto?

Con motivo de la llegada de Greta Thunberg a España para asistir a la Cumbre por el Clima, en su vigésimo quinta edición, los comentarios, en general negativos, sobre ella no han cesado en determinados medios y ambientes. Una de las críticas que se lanzan es que Greta Thunberg, joven de dieciséis años, está manejada o dirigida. A veces se habla de sus padres, otrtas de un supuesto conglomerado de poder relacionado con unas multinacionales o que detrás de ella hay una especie de gabinete impresionante de expertos en mercadotecnia y comunicación de masas, o algo así.
Curioso cuando no se aporta dato alguno y, cuando, sin pudor ni ningún tipo de recurso ocultatorio vemos los nombres de las empresas que financian la COP Madrid 25. Así, compro periódicos y veo páginas enteras de publicidad de dichas multinacionales pero, es más, leo páginas enteras de información en las que hay una cabecera en la que se anuncian esas empresas de las que hablo. Así la realidad, comprobable con comprar un periódico de un euro y medio, nos podemos preguntar ¿quién dirige a quién?¿quién compra a quién? ¿no es cierto aquel dicho de "quién regala bien vende si el que recibe lo entiende"?
De manera que no tengo claro que a una joven como Greta Thunberg se la pueda manejar como se está diciendo, tan fácilmente como parece resultar manejar a otras personas, entidades, empresas, grupos, partidos, y hasta gobiernos e instituciones. Por la publicidad nos conoceremos...

Sobre el curioso fenómeno de los "gretaescépticos"

Estos días he leído y escuchado a todo tipo de personas que la activista sueca de dieciséis años de edad dónde debería estar es en el instituto. Me sorprende porque nunca he oído decir lo mismo de niños y adolescentes con grandes dotes para la música, el baile, la interpretación o el deporte. Es sorprendente que no pensemos incluso en determinados programas de televisión y en grandes figuras de la música, del cine o del deporte. A
Así, cuando ha surgido una adolescente que ha destacado mundialmente en el escenario de la comunicación ambiental y que, además, tiene un trastorno del espectro autista, es cuando nos acordamos de la imperiosa necesidad de ir a la escuela o al instituto...Cuando surge una joven capaz de movilizar a medio mundo, de entusiasmar, concienciar y motivar a jóvenes y adultos por una causa tan noble como la defensa de la vida y del planeta, entonces, ...la criticamos.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Greta Thunberg y el ala de la mariposa.

El viernes pasado, seis de diciembre de 2019, tuvo lugar la manifestación contra el cambio climático en Madrid. Se había anunciado la presencia de Greta Thunberg, lo que supuso que se creara una expectación impresionante en colectivos no demasiado dados a la admiración o fascinación hacia cabecillas, dirigentes o líderes.
La joven activista sueca tuvo que ser sacada de la manifestación, rodeada de un buen número de policías de paisano y de voluntarios ya que, se dijo, no se podía garantizar su seguridad. Hemos visto muy pocas imágenes al respecto pero sí que pude observar lo "pegajosa" que estuvo la prensa, en general, en el inicio de la manifestación. Se les llamó la atención varias veces y, al final, es decir, al principio de la manifestación, uno de los voluntarios tuvo que repetirles varias veces que llevaban veinte minutos grabando a las mismas personas muy de cerca y que debían retroceder para permitir que se iniciara el recorrido. Lo cierto es que Greta Thunberg fue llevada en un coche eléctrico hasta el escenario y allí, unas tres horas después, se dirigió a los presentes:, primero en español y luego en inglés:

-¡Hola Madrid!, ¿Cómo estáis? ¡Estoy muy contenta de estar aquí!¡Y gracias por venir!

Y empezó su breve discurso en inglés.
Al día siguiente compré siete periódicos españoles y leí algunos en otros idiomas. El trabajo de comparación bien merece un artículo largo, pero me conformaré con apuntar las grandes diferencias de opinión entre unos diarios y otros. Por un lado está el relato más o menos condensado de lo que fue la manifestación, y de lo acontecido a lo largo del día. Por otro, las opiniones de periodistas o escritores y, por último, los editoriales.
En general las crónicas me parecen demasiado breves y poco detalladas pero habría que matizar y entrar en materia. En cuanto a editoriales, hay bastante distancia ideológica entre unos y otros y se pone de manifiesto el "encuadramiento", por decirlo de alguna manera, de cada periódico. Y luego tenemos los artículos firmados, más cercanos al ataque que a la verdadera reflexión, en algunos casos. Destacaría que ninguno de los artículos de opinión que he leído han sido escritos por personas que estén ni medianamente preparadas en la materia, con lo que ya nos podemos imaginar el grado de objetividad o de profundidad que pueden aportar. Además, no disimulan sus tendencias y convicciones ante hechos puntuales concretos. Eso podría ser comprensible si no fuera porque entran en el insulto, en la descalificación, en la grosera burla y la ofensa incluso por cuestiones tales como la edad o el trastorno del espectro autista. Chirrían algunas afirmaciones incluso al confrontarlas con un mínimo decoro o simplemente con algunos artículos de la Constitución Española, cuyo cuarenta  y un  aniversario se celebraba en este día. Si tenemos en la memoria que hablamos de una niña de dieciséis años quizás sea más fácil de entender de lo que hablo.

Tenía pensado nombrar a estos ¿periodistas? ¿columnistas? ¿escritores? y reproducir algunas palabras suyas pero no me puedo detener y no les voy a dar más publicidad de la que ya tienen. Lo cierto es que después he visto más críticas (ataques sería más exacto) y, por supuesto, coinciden con otras escuchadas en la calle. Resumiendo mucho, argumentos pocos, por no decir ninguno. Una especie de "whataboutism" (o "pues anda que tuismo", traducción libre, muy libre...) pulula por doquier. Es como si esa señora o señor con la cabeza cubierta de culebras se reprodujera exponencialmente, es decir, la envidia. Seguro que hay críticos con razones, con datos, con trayectorias admirables...pero no he dado con ellos estos dos días.
De cualquier manera lo que siento y lo que pienso es que Greta Thunberg es, hoy por hoy, una especie de bendición, de regalo, de gran oportunidad, y no solo por el tema ambiental, que ya sería suficiente, sino también por todo lo que representa educativa y humanamente como persona con un síndrome que no terminamos de entender ni de saber manejar en la inmensa mayoría de los casos.

Por otra parte, durante años he oído decir a amigos y compañeros ecologistas que sentían que no había renovación generacional. Pues bien, estábamos equivocados, afortunadamente. Hay una generación con ganas de cambiar el mundo a mejor, que es lo verdaderamente importante.
Pero hay más, y es que, curiosamente, lo ocurrido con Greta Thunberg me recuerda al batido del ala de la mariposa...y ese sería el gran paso, el gran avance, la gran aportación de esta joven activista.

Y, por último y como argumento nada desdeñable, tampoco quiero dejar de recalcar que Greta es mujer y que, como tal, y en la línea de otras grandes mujeres de las que estos creadores de opinión parecen no acordarse, está abriendo un camino irrenunciable. Me estoy refiriendo nada más y nada menos que a Rachel Carson, a Lynn Margulis, a Wangari Maathai, a Petra Kelly, a Vandana Shiva, a Rigoberta Menchú...
Yo me quedo con lo esencial, en palabras del principito de Saint-Exupéry...

jueves, 5 de diciembre de 2019

La exposición de fotografía de Naturaleza "Mirar", de José Manuel Casado Molina, inaugurada.

Hoy, cinco de diciembre de 2019, jueves, ha quedado inaugurada la exposición fotográfica "Mirar" del fotógrafo de Naturaleza José Manuel Casado Molina, en el Bar-Galería "El Canguro Violeta" de Piedrabuena, Ciudad Real.
La exposición está integrada por 38 fotografías en color sobre fauna, flora y paisaje del entorno de Puertollano, Valle de Alcudia y Luciana, fundamentalmente. En ellas se puede ver un buen número de aves, mamíferos, algunos anfibios e invertebrados y algún reptil, junto con algunas plantas de pequeño porte y unos paisajes.
El fotógrafo nos ha ido comentando su forma de trabajar, en general, y las situaciones en las que ha ido haciendo estas impactantes fotografías, de fauna no troquelada y salvaje del entorno. En ellas hay muchas horas de búsqueda, de trabajo, de esperas, de preparación, pero también de azar, de oportunidad y, a veces, de suerte.
Nos comenta José Manuel Casado que el paisaje es lo más difícil de captar y que esta es "su forma de mirar". También nos explica que ahora está muy interesado en la fotografía nocturna y aporta una de una gineta y otra de una garduña.
José Manuel Casado Molina nació en Luciana en 1962 y trabaja en Puertollano. Nos dice: "...soy aficionado a la Fotografía, que junto a salir "al campo", son mis verdaderas pasiones, la una sin la otra no las concibo"...
Su equipo está formado por una cámara réflex Nikon 7200, trípode, objetivos varios, como un par de "teles", un gran angular, un objetivo macro, varios flashes, y demás.
Ante sus objetivos, en esta exposición, cruzaron, posaron o fueron "congelados" un elanio azul, una oropéndola macho, un trepador azul, un torcecuellos, un martinete, un corzo, un rayón, zorrillos, meloncillos, una salamanquesa, una salamandra, una ranita de san Antonio, varios odonatos...De estos, libélulas y caballitos, nos cuenta su extraordinaria Historia Natural, su presencia en el planeta desde hace millones de años, las dificultades para captarlos, la fascinación que le despiertan, su participación en un grupo de amantes de estos cazadores alados, entre otras características.
A la inauguración han acudido unas treinta personas que han disfrutado y aprendido con el buen hacer de este fotógrafo de Naturaleza que lleva años con su quehacer.
La exposición está desde hoy hoy al 31 de diciembre de 2019 en la calle Real. 33, de Piedrabuena, de las ocho de la noche en adelante todos los días y los fines de semana y fiesta, también de doce a cuatro.

sábado, 30 de noviembre de 2019

Sobre la película "Los Miserables" de noviembre de 2019.

Ayer pude asistir al estreno de la película francesa "Los Miserables" de Ladj Ly, en Ciudad Real. La primera sorpresa, como me suele ocurrir, fue que me enteré de la existencia de la película al consultar la cartelera del Cine Las Vías, de Ciudad Real. Es decir, no he visto nada en los medios de comunicación, lo que no significa que no haya aparecido la información. La segunda decepcionante sorpresa, a la que ciertamente ya estoy acostumbrado, fue que estábamos seis personas en esa sesión, mientras el centro de la ciudad hervía con el "Viernes Negro". Y la tercera sorpresa fue la película, la nada complaciente y la nada comercial historia de un barrio periférico y marginal de París, sumido en la crisis económica, política y social que está caracterizando estos años del inicio del siglo XXI en tantos y tantos países del mundo.
Supongo que el título elegido, cargado de significado, debió ser una baza importante, pero, a su vez, creo que tiene algunos inconvenientes. Lo cierto es que se trata de la vida a través de tres policías que trabajan, o sobreviven, en uno de esos espacios urbanos deteriorados profunda y superficialmente, a las afueras de una de las grandes ciudades del mundo, una de las más turísticas, de las más emblemáticas, de las consideradas como "románticas"...y una más en las que grupos sociales muy diferentes conviven, sin mezclarse, o mezclándose mínimamente, en una especie de jungla en la que todo es posible.
La inmigración, la violencia organizada por grupos étnico-religiosos, las dificultades de los policías y su deriva hacia la brutalidad y la delincuencia, el vacío de poder, el deterioro generalizado de las condiciones de vida, se dan cita en una encrucijada de conflictos personales, familiares, sociales, étnicos, religiosos, políticos y profesionales.
La gran presencia de la infancia y primera adolescencia aporta una información muy valiosa y pone de relieve ese deterioro ya mencionado.
La película es realista, dura, tensa, sin concesiones, con un trazado muy exacto y profundo de la amplia galería de personajes que aparecen. Son como retratos psicológicos esbozados en pocos segundos, a veces, que nos sirven para conocer a personas tan distintas y con vidas que se entrecruzan, que evolucionan, que cambian, que mejoran, que empeoran, se enquistan, se agravan...Hay, quizás, clichés, pero se huye de otros y hasta se llega al recurso literario y cervantino de la ruptura de lo psicológicamente esperado. Me ha resultado una muy buena y muy interesante película, quizás, además de por lo antes expuesto, por lo diametralmente opuesta a las llamadas "americanadas", con todo respeto. Hoy, en Filmaffinity, la película tiene una calificación de 7.2 puntos sobre 10. Bien merece ser vista, preferiblemente, en un cine.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Fotomanchegos 2019, breve crítica que quiere ser constructiva.

Hoy, 17 de noviembre de 2019, domingo, a las 14 horas, ha concluido el encuentro fotográfico bi-anual "Fotomanchegos 2019", organizado eficientemente por el Club Fotográfico Manchego.
Se ha tratado de la cuarta edición que ha reunido a unas doscientas personas (dato por confirmar) y a seis ponentes. Viene bien recordar que la organización y financiación corre a cargo de los más de setenta socios y socias, además de los patrocinadores. Es de agradecer que la asistencia sea totalmente gratuita, algo que no es frecuente en los tiempos que corren, como no lo es que las personas que vienen a mostrar sus trabajos y explicarlos lo hagan desde el altruismo.



La inauguración corrió a cargo del presidente de la asociación y de la alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, quién manifestó la decidida apuesta de la ciudad por la Fotografía, dada la circunstancia del nacimiento de la gran fotógrafa Cristina García Rodero en Puertollano, lo que ha supuesto la creación de un museo dedicado exclusivamente a la Fotografía y a la mencionada fotógrafa. Así, en estos momentos, se puede disfrutar de seis exposiciones fotográficas en la ciudad industrial, una de ellas, precisamente de los socios de la asociación, con unos treinta y cinco participantes.



La primera ponencia, "El viaje fotográfico"  correspondió a Juan Pablo de Miguel. Resultó chocante su sinceridad inicial, aunque sea de agradecer, al aclarar que él no hace nunca fotografías que supongan una crítica o una denuncia sino que se dedica en exclusiva a la búsqueda de la belleza de los paisajes, preferiblemente primigenios, y en situaciones luminosas lo más espectaculares posibles. Su fotografía es la típica que pretende llegar a la primera página de revistas de viajes, con un tratamiento, digamos "clásico", que ponga de manifiesto la belleza y la gran magnitud y monumentalidad de los elementos naturales, aunque también incluya otros antrópicos. Fueron muchos los consejos que facilitó el fotógrafo, que hizo especial hincapié en distinguir entre la fotografía de viajes y los viajes para fotografiar. Además, mostró abundantes fotografías, incluyendo algunas realizadas con drones.

La segunda* fotógrafa en presentar sus proyectos fue la murciana Mar Saez, que abordó "El proyecto fotográfico contemporáneo" basándose en sus propios trabajos, especialmente el de Vera y Victoria, que culminó con una exposición y un libro editado cuidadosamente, y que ha recibido muy buenas críticas. Mar Saez abordó el delicado y complejo proceso de la transexualidad viviéndolo muy de cerca con varias personas durante un largo período de tiempo.

Ya por la tarde relató sus experiencias Raúl Villaverde, que, bajo el título de "La luz que no se ve", nos sorprendió con su dominio técnico extraordinario en la "astrofotografía", compleja modalidad de fotografía más cercana a la fotografía científica que a cualquier otra clasificación.
Sus imágenes hicieron mella en muchos asistentes, que manifestaron su admiración y, a su vez, su fascinación y hasta inquietud, por ese mundo invisible que se encuentra cualquier noche despejada sobre nuestras cabezas. Raúl Villaverde vive en un pueblo con catorce habitantes, En Ocentejo, Guadalajara, en un enclave privilegiado para la observación astronómica por la escasa contaminación lumínica. Es un fotógrafo de formación autodidacta y que no se plantea la venta de sus trabajos, aunque ha recibido premios, menciones y publicaciones incluso de la NASA. Aboga Raúl Villaverde, abiertamente, por equipo de segunda mano, dados los precios tan elevados del específico para estos menesteres.

El fotógrafo Antonio Garci fue el encargado de cerrar la jornada,"Hablando con la luz", en la que aportó su visión personal de fotografía de estudio, con una muy interesante práctica de iluminación con una modelo, en directo. Sus fotos las íbamos viendo en directo, que es su forma de trabajar, y mostró cómo utilizar focos, flashes y diferentes reflectores y paraguas. Su trabajo siempre incluye personas, abundando en el retrato y el desnudo y comparte esa idea de que para crear más interés es necesario no mostrarlo todo, lo que es, según él, un reflejo elocuente de si mismo. Su capacidad comunicativa es muy considerable, a pesar de declararse como un tímido que se lanzó a la tarea actual de fotógrafo y profesor.


El domingo, para no dejar en mal lugar al sábado, también empezó con una media hora de retraso y con algunos comentarios jocosos y poco afortunados del fotógrafo Alfredo Arias, haciendo alusión a la somnolencia de los presentes. Curioso para los que habíamos llegado fresquitos y bien temprano y que tuvimos que esperar a los tardones.
Alfredo nos habló de la fotografía de conciertos de música moderna, con las limitaciones y dificultades que conlleva, como la falta de espacio y de luz, por citar un par de ejemplos. Además, nos fue desgranando su proceder en su estudio, con un estilo tal vez en exceso distendido como para caer en el compadreo y el palabroteo, que no necesariamente agradan a todo el mundo, como es el caso.
Interesantes su creatividad, su cercanía y su capacidad para generar imágenes frescas incluso con los personajes más fríos.
Por último sorprendió su trabajo diametralmente opuesto en cuanto que tenía una orientación diferente, al tratarse de una iniciativa solidaria para con el pueblo sirio y los emigrantes que cruzan el Mediterráneo, en colaboración con una ONG y con un buen número de cantantes famosos. Personalmente me resultó también fuera de lugar que, quién parece haber estado toda su vida fotografiando famosos del rock, del pop, del punk, del jazz, de la música indie o de la electrónica, de pronto, se permita decir que hay que cambiar las cosas con el voto -es decir con el voto que él considera válido- sin tener en cuenta que allí puede que haya gente que lleva toda su vida más que concienciada con causas similares, o, incluso, personas que decidida y deliberada y reflexivamente, ejercen su derecho a votar lo que quieren o, a no votar...
El efecto de ver a famosos, más o menos, con un chaleco salvavidas utilizado por un emigrante es muy discutible desde el punto de la eficiencia comunicativa para millones de personas. De cualquier manera, cada uno lo vemos de una manera.

Como colofón, le tocó el turno a Maysun Abu- Khdeir para hablar de "Fotoperiodismo en zonas de conflicto", que se centró muy especialmente en sus dos estancias en la guerra de Siria. Sus impactantes y fortísimas imágenes contrastaron con un discurso demasiado lento y personalista -media hora de introducción y presentación hablando de sus inicios vocacionales-  pero con un discurso bien elaborado, muy sólido, sobre el deber ético del fotoperiodista y la forma adecuada de mostrar las atrocidades.
La profesionalidad, la valentía y hasta la audacia de Maysun quedaron patentes en sus fotografías, realizadas "empotrada*" con grupos de rebeldes. Eché en falta alguna fotografía del otro bando, aunque supongo que sus razones tendrá.
Muy poco afortunada estuvo Maysun al soltar sendos comentarios sobre dos partidos políticos españoles, con un enfoque abiertamente tendencioso, sobrando también algún que otro taco. Y, me explico. Desde el profundo respeto a la libertad de expresión, parece lógico que, al menos, se pida por escrito y sin estridencias ni numeritos, un mínimo de respeto para los creyentes que se sienten despreciados e insultados con algunas expresiones, tan frecuentes en este país, incluso como elemtos comunicativos con una función fática.

Antes de clausurar el acto se procedió al sorteo de los regalos de los patrocinadores, siendo también de agradecer el desayuno de media mañana de ambos días.
Resumiendo, agradezco y felicito sinceramente a los organizadores, a la junta directiva, al Club Fotográfico Manchego, a los patrocinadores y al ayuntamiento de Puertollano la organización de esta actividad tan interesante.
Se ha tratado de una muy buena oportunidad para aprender, hablar, encontrarse con amigos fotógrafos y conocer a otros. Igualmente, una ocasión de conocer a fotógrafos, profesionales o no profesionales, y poderles escuchar, ver sus trabajos y preguntarles dudas.

Y como sugerencias, desde el deseo de aportar algo concreto, quizás las ponencias podrían ser algo más cortas. Algo del hipotético tiempo liberado se podría emplear en ver la exposición con la explicación, voluntaria, de sus autores o autoras. Se debería tomar la decisión de ser puntuales, aunque falte gente, para ser respetuosos con los presentes. Sería de agradecer establecer un par de momentos o tres (de quince a treinta minutos, por ejemplo) de micrófono abierto, para presentaciones de grupos, de proyectos, de fotógrafos/as, para hacer peticiones concretas de colaboración, preguntas...
Y, en la misma línea, facilitar un espacio (mesa, expositor horizontal o vertical...) para dejar dípticos*, postales, publicaciones, tarjetas...gratis o para vender, así como una pared para exponer algunas fotos de los que no somos miembros de la asociación. 
Espero que mis críticas se entiendan, o se admitan,  como lo que son, una modesta opinión de alguien que no renuncia a decir lo que opina y siente, aún a sabiendas de que con seguridad se ganará enemistades o descalificaciones.



*No asistí a esta ponencia dado que ya la había escuchado en un curso del año anterior en Madrid.
*"empotrado" es el término que, según Maysun, se utiliza  para referirse a los fotoperiodistas que acompañan a grupos de soldados o combatientes para realizar su trabajo informativo.
* Nos referimos a materiales exclusivamente fotográficos y que no sean de profesionales o empresas.