viernes, 3 de junio de 2022

"Entre la lente y mi mente", de María Martín Aranda, será inaugurada hoy en El Canguro Violeta.

 "Entre la lente y mi mente", de María Martín Aranda, será inaugurada hoy, 3 de junio de 2022, en El Canguro Violeta de Piedrabuena. 

La exposición fotográfica de esta joven fotógrafa está formada por un conjunto de autorretratos, creados desde 2017 "desde diferentes técnicas e inspiraciones: cine, literatura, fotografía...tanto minimalistas como conceptuales", nos dice María Martín.

María Martín Aranda (Bolaños de Calatrava, 1988) es fotógrafa profesional, Técnico de Laboratorio de Imagen y Técnico Superior de Imagen. Aborda su primera exposición con ilusión y, curiosamente, mostrándose o interpretándose a sí misma. Todas las fotografías van acompañadas de citas, muy interesantes y oportunas, de escritores y cantantes, que, de alguna manera, nos dan una clave para leer cada imagen.

Vemos juegos de luces, en los que predomina la oscuridad, perfilando apenas su rostro, escenarios de la vida cotidiana, interpretaciones que reflejan su visión personal de determinadas películas o escenas cinematográficas o de la Literatura. 

"Entre la mente y la lente" es una exposición introspectiva, valiente y que plantea retos técnicos y estéticos considerables a su autora. Por un lado, nos comenta, facilita mucho no tener que contar con nadie para posar pero, eso, a su vez, se convierte en toda una dificultad. Todo debe estar listo en el momento de disparar. Las luces, cuidadosamente preparadas, juegan un papel primordial en todas ellas. "Hay muy poca edición" nos cuenta María Martín y añade "intento que lo que veo en la pantalla de la cámara sea ya prácticamente la foto, en la mayoría de los casos". En otros, por el contrario, ese trabajo está más presente al tratarse de fotomontajes.

Una de las citas elegidas, del poeta y cantante Leonard Cohen, es especialmente significativa: "Hay una grieta en todo, así es como entra la luz". Aunque hay otras, parece que esta afirmación refleja bastante bien esta manera de mostrarse al mundo, a través del obturador, captando una centésima de segundo que se convierte en un retrato, en una descripción, en una confesión, en una ensoñación, en un deseo, en un acto creativo, en una palabra.

Para concluir, muchas gracias, María, por esta sinceridad fotográfica, a medio camino entre la figuración y la metáfora, tan íntima y hermosa. Y, como siempre, gracias a Mariano Rivero por acercarnos a esta autora y su trabajo.






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