Hoy, 25 de noviembre de 2025, en una copistería de Ciudad Real llamada Fuentes del Burgo me ha pasado una cosa muy curiosa. Llevo a fotocopiar y escanear un cuadernillo didáctico que hice hace unos treinta años. Son cuatro hojas tamaño DinA4 por ambas caras. La persona que me ha atendido ha empezado a mirarlo y requetemirarlo, página a página. De pronto me dice que no se puede fotocopiar:
-Porque tiene ISBN.
-No, no tiene ISBN.
-Sí, míralo...
- Vamos a ver. Eso no se publicó, lo hice yo hace unos treinta años...
-Ya pero tiene ISBN.
-No tiene, es un cuadernillo escolar, yo soy el autor y no se publicó.
-Sí, mira, aquí lo pone, ISBN -y me enseña una página interior en la que hay un listado bibliográfico, que incluye el ISBN.
-¿Ves? ¡El ISBN! No se puede pero que lo vea mi jefe. Mira...
Lo coge el jefe, lo mira y se vuelve a repetir la conversación, que se me antoja muy cercana a una obra de Ionesco.
-Que si...
-Que no...
Y finalmente me dicen que si los de CEDRO, que si la multa es de diez mil euros, que si el desconocimiento de la Ley no exime de responsabilidad...
Y no me fotocopian mi cuadernillo...porque, según ellos, tiene ISBN. Ahora me planteo hacer algunos dibujos o fotografías en los que aparezca la palabra maldita, para ver si la puedo imprimir...
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