sábado, 22 de enero de 2022

Brevi-aviario, 4: La garza imperial (Ardea purpurea).

  La garza imperial (Ardea purpurea) es una de esas aves que llama poderosamente la atención. Su gran tamaño, su colorido o quizás su moño, ese curioso plumaje que le cuelga hacia atrás de la cabeza son algunos de sus atractivos. Sin embargo parece como si a estas hermosas aves no les gustara que las observemos.  Y es que, además de no ser tan abundante como sus parientes, no es fácilmente observable, dados sus hábitos. De manera que, a veces, la descubrimos en vuelo u oculta entre la vegetación. En muchas ocasiones se posa en árboles, pero ni aún así es tarea fácil descubrirla.

Si me fío de mis recuerdos las garzas imperiales eran más abundantes en mi infancia y adolescencia, es decir, desde 1968 o 1970 a 1980, aproximadamente. Me estoy refiriendo a las zonas inundables del río Gigüela en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real. Veo en el "Atlas de las Aves de España 1975-1990" que en 1989 había unas sesenta parejas en la Mancha Húmeda, pero se señala precisamente ese proceso de retroceso demográfico debido al desastre socio-ambiental sufrido.

Después, además de haberme alejado de este territorio temporalmente, tuve la sensación de que no quedaba ni una. Hasta que las empezamos a ver de nuevo. La ligera recuperación que experimentaron estos humedales en ciclos hidrológicos benignos favorecieron esa recuperación. Ahora, cada cierto tiempo, disfruto con estas escenas en las que aparece la garza imperial volando, o la veo, o intuyo, entre la vegetación. En este enlace podemos escuchar su peculiar canto.

Garza imperial (Ardea purpurea) en la cola del embalse de Vicario, Peralbillo, Miguelturra, en abril de 2021.



No hay comentarios:

Publicar un comentario