Apuntes para recordar al pintor Ortega (Arroba de los Montes, 1921-París, 1990). LVI: La exposición "Alcalá de Guadaíra en el origen de Estampa Popular, Arte y memoria" quedó inaugurada ayer.
Francisco Zamora Soria, 20 diciembre 2024.
Ayer, 19 de diciembre de 2024, jueves, quedó inaugurada la exposición "Alcalá de Guadaíra en el origen de Estampa Popular, Arte y memoria". El acto tuvo lugar en el Museo de esta hermosa, ribereña y muy artística ciudad sevillana. La exposición ha sido organizada por la Fundación Francisco y Lola Cortijo y el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra. El comisariado ha corrido a cargo de Ana Cortijo, hija de uno de los artistas fundadores de este grupo, y del director del museo de la ciudad, Francisco Mantecón Campos.
Se inició el acto con unas palabras del director del Museo, Francisco Mantecón Campos, destacando que se trataba de un día especial para la ciudad y el museo. El objetivo de la actividad es "fundar un vínculo de extrema solidez entre Alcalá de Guadaíra y Estampa Popular" y siguió en ese tono entre poético y de realismo mágico en el que nos contaba que..."Entre las columnas de humo de los hornos de pan...una más, la de la calle Marea, 4", de noche, para no llamar la atención, se encontraba la del horno artesanal de Paco Cortijo, que también hacía cerámica propia y de otros ceramistas....Y es que esa casa durante los años 60 fue el taller de Francisco Cortijo y su esposa Lola Sánchez, y de Paco Cuadrado y Mari Paz, posteriormente. Allí se cocían piezas también de Cristóbal Aguilar. Era una actividad más del recientemente creado grupo sevillano de Estampa Popular.
Recordó también esa fructífera tradición pictórica de la ciudad desde finales del siglo XIX con las obras y estancias de un considerable número de artistas de los llamados plenairistas, representantes del Naturalismo, de los que hay una muy buena representación en el Museo. Después, ya en los años 30 del siglo XX, en "el Palomar" se instaló un pintor y escritor holandés, Chris Huidekopers...Y para finales de los 50 y primeros 60 surge Estampa Popular de la mano del artista de Arroba de los Montes, Ciudad Real José García Ortega que también dejó su huella en Alcalá con el grupo sevillano.
Siguió Ana María Cortijo, presidenta de la Fundación Francisco y Lola Cortijo e hija del artista Paco Cortijo. Comenzó su intervención agradeciendo y destacando la hospitalidad de Alcalá de Guadaíra, que siempre fue una tierra abierta. Y ya entrando en materia nos habló de estos hombres y mujeres que eran pacifistas (y este adjetivo lo pronunció, muy significativamente, en varias ocasiones), y "con sus pinceles, sus plumillas y las herramientas de grabar lucharon contra el franquismo".
Sus padres, Paco Cortijo y Lola Sánchez, vivían en París, conocieron a Ortega y llamaron también a Cristóbal Aguilar y a Paco Cuadrado y Mari Paz Sánchez, que fueron a París a aprender y rápidamente vuelven a España...Entre otros detalles contó como "nos pasamos la vida con la policía en la puerta, también en Alcalá...". Volvieron al barrio de los Pajaritos, en Sevilla, el más pobre de Europa para seguir con sus tareas también educativas. Sobre su periodo alcazareño afirmaba que: "Alcalá era diferente porque las mujeres trabajaban...Alcalá supo acoger al grupo de Sevilla durante 4 años...sus modelos eran los vecinos, como Zarza" (Zarza era un señor mayor que posó en diferentes ocasiones).
Casi toda la obra fue creada en la calle Marea número 4. Hubo también recuerdos de la cárcel. De ese período se pueden ver obras, fotografías y un impresionante abanico hecho por un preso partiendo de fragmentos de una escoba de caña. Sobre un trozo de tela su padre pintó cuatro rosas y todos los presos firmaron. La historia es más larga y está cargada de emotividad, como otras que se presentan en este recorrido por nuestra Historia que, como dice el profesor Llorente, hay que conocer.
Para Ana María... "ellos fueron la resistencia...eran gente generosa que dieron su libertad para que tuviéramos hoy democracia..." Muy importante en tiempos de prisas, de materialismo y obsolescencia programada, entre otras amenazas.
De manera que se trata de una situación extraordinaria para recordarnos los orígenes de este singular grupo que, arriesgándolo prácticamente todo, en los difíciles años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX, asumen como tarea luchar contra la dictadura franquista desde la creación artística, la ideología del Partido Comunista de España -entonces prohibido y seriamente perseguido- el pacifismo y la defensa de un sistema democrático que supusiera la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.
Acto seguido tomó la palabra el profesor, doctor y catedrático de Secundaria Ángel Llorente Hernández. Como experto en el mundo del Arte y las ideologías de los años 30 del siglo XX que es y gran conocedor de Estampa Popular, de José Ortega y de los componentes del grupo sevillano era la persona indicada para aportar una visión del grupo desde el punto de vista artístico y del panorama de aquellos tiempos. Se centró fundamentalmente en los aspectos artísticos más que políticos, con los que dijo coincidir en lo expuesto previamente por Ana Cortijo.
Trazó así una síntesis de la situación artística española previa a la aparición de este grupo, dominada por la pintura academicista de paisajes, bodegones, retratos y poco más y de como cuando el régimen comienza a admitir las obras más innovadoras en el campo de la abstracción surge, de alguna manera, como cierto anacronismo y con un nadar contracorriente, esta forma de hacer Arte desde el compromiso político que fue Estampa Popular. Los tres primeros protagonistas sevillanos -segundo grupo tras el fundacional de Madrid-contactaron con Ortega y se fueron a París para aprender del maestro, autoexiliado, tras haber pasado ya unos años en la cárcel. Hecho este que no fue privativo suyo sino que compartieron sus jóvenes seguidores.
Muy curiosa resultó la afirmación de que detrás de determinadas tendencias, exposiciones y artistas de arte abstracto y de arte informalista estaba la CIA, que pagaba para que tuvieran visibilidad, aunque para el caso de España no se ha podido demostrar por el momento. Lo cierto es que el arte abstracto entró en España de mano de la Iglesia católica.
Concluyó el acto con la intervención del concejal Christopher Rivas Reina que fue agradeciendo a las familias de los artistas que habían hecho posible esta retrospectiva, así como a Comisiones Obreras, que también prestó obras. Destacó el edil la evolución que se aprecia en las obras expuestas y cómo reflejan "...la carga simbólica, el dolor, el sudor, la injusticia, las desigualdades, el compromiso de estos artistas y de este movimiento artístico...". Contó como curiosidad que de las pocas mujeres que habían participado en Estampa Popular, tres, en esta muestra se incorporaba una más, concretamente, a su madre, con un grabado que pone de manifiesto esa sensibilidad diferente. Además mencionó también la particularidad de la exposición, que, por primera vez, se incluyera un belén de cerámica de ese horno antes mencionado, único en España, por tener una clara concepción antifranquista. Anunció también la instalación de una placa conmemorativa enfrente de la casa de estos artistas, que desafortunadamente no resistió el envite del "urbanismo".
La exposición se inicia con un grabado de Pepe Ortega que, de alguna manera, ya nos da la clave de lo que veremos a continuación: grabados, dibujos, óleos, fotografías, objetos de la vida cotidiana familiar y artística, cerámica con mensajes muy poco cotidianos...
Para concluir, recibid mi enhorabuena cuantas personas, instituciones y asociaciones habéis hecho posible esta muestra que, modestamente, me atrevo a sugerir que se mueva, que viaje, que se haga visible en cuantos rincones se le brinde cobijo, emulando el ejemplo de esa tierra de panaderas y panaderos, abierta a todo el mundo que es Alcalá de Guadaíra y de esa Calle Marea número 4 que tanto significado cobra con vuestras obras y vuestras palabras.
(Para saber más sobre el tema, además de visitar la exposición, recomiendo la lectura del precioso y bien editado catálogo de la exposición y los trabajos de la doctora y experta en el tema Noemí de Haro García, que también ha escrito para esta ocasión.)
Museo de Alcalá de Gadaíra, Sevilla.
Primer grabado que abre la exposición de Ortega. "Campesino" de 1959. Grabado en madera sobre papel. Imagen de 97 x 32 cms en papel de 105,6 x 37,8 cms. de la colección de la familia Moreno Torres. Fue un regalo de Ortega al crítico de Arte y amigo José María Moreno Galván.
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