El pasado 23 de noviembre de 2024, sábado, un amigo amante también de la Naturaleza, me hizo llegar un enlace del diario El País, en su edición digital, que publicó una noticia que me interesaba mucho, tanto porque hablaba de la posible introducción de grandes mamíferos -los bisontes europeos- como porque gracias a una noticia de Aníbal de la Beldad Caro supimos, en marzo de 2024, que había dos manadas en una finca de los Montes de Toledo, en Villarrubia de los Ojos, en la provincia de Ciudad Real. Como suele ser habitual sólo era accesible previa subscripción o pago. Aún sabiendo que muy probablemente no aparecería la información en la edición en papel me la compré.
En las 56 páginas del diario, a 2,20 euros, no aparecía la noticia de los científicos que no aprueban la introducción de este mamífero. Sí me dieron una especie de suplemento en color y papel extraordinario sobre moda, con sólo 150 páginas interiores, que dejé encima de la mesa de mi casa y que hoy tendré que echar al contenedor azul directamente sin mirar más que la portada.
En fin, que ni en la radio ni en la televisión he recibido nada más que el machaque del día a día, cansino, repetitivo, repelente, enconado y polarizador.
Salta a la vista que cuando se abre un periódico el tiempo comienza a ir más despacio pero más intensa y penetrantemente, si se tiene interés. Vuelvo a comprobar lo mucho que hemos perdido con lo que está pasando. ¿Qué eso de leer las típicas columnas, viñetas, artículos, editoriales y espacios de autor? Un telegráfico mensaje adornado con una imagen repetitiva y repetida sin parar vende más. Y ya me estoy refiriendo a la televisión.
De manera que sigo sin saber lo que dicen una cuarentena de científicos de veinticinco universidades sobre la presencia de bisontes europeos en suelo patrio.
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